Hace años tener hijos era uno de los máximos sueños de los jóvenes, pero esta tendencia ha disminuido considerablemente y actualidad la mayoría de los jóvenes deciden no tener hijos. Este fenómeno se ha presentado en las últimas décadas, generando que las tasas de natalidad disminuyan a nivel mundial, tendencia que se ha acentuado entre las y los jóvenes adultos.
Entorno a este suceso la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) realizó un estudio en el que reveló las razones detrás de esta decisión, que refleja un cambio en las prioridades y valores de las nuevas generaciones.
UN ANÁLISIS REVELADOR
Según el documento Panorama de la sociedad 2024: Indicadores sociales de la OCDE, México ha experimentado una notable disminución en su tasa de fecundidad, pasando de casi siete hijos por mujer en 1960 a menos de dos en 2022. Este cambio drástico refleja una transformación en la concepción de la familia tradicional y en la toma de decisiones de los jóvenes.
RAZONES PARA NO PROCREAR
Las razones que presentan los jóvenes son diversas y profundamente arraigadas en su contexto socioeconómico. Héctor, estudiante de posgrado en la UNAM, menciona que “no hay condiciones económicas para mantener a un ser humano en buenas condiciones con lo indispensable”.
Michelle, egresada de una maestría en la misma institución, destaca que factores como el hambre, la economía y el cambio climático son motivos que la llevan a no querer tener hijos.
Entre otras razones se encuentran:
- Priorización de proyectos personales: Los jóvenes valoran cada vez más su independencia, el desarrollo profesional y la posibilidad de viajar antes de asumir responsabilidades familiares.
- Mayor acceso a información y métodos anticonceptivos: La educación sexual y la disponibilidad de anticonceptivos seguros han empoderado a las personas a tomar decisiones informadas sobre su vida reproductiva.
- Nuevos modelos familiares: La UNAM señala que la tendencia hacia familias más pequeñas ha ido en aumento, convirtiéndose en un modelo a seguir por muchas parejas jóvenes.
UN CAMBIO SOCIAL EN PROCESO
A pesar de esta reducción en las tasas de fecundidad, México sigue siendo uno de los países con una disminución significativa en la tasa total de fecundidad (TFR), comparado con ciertas regiones de Europa, Canadá y Estados Unidos. La decisión de no tener hijos es personal y compleja, influenciada por una variedad de factores sociales, económicos y culturales.
La investigación de la UNAM y otras instituciones académicas continúa arrojando luz sobre esta tendencia que está redefiniendo la estructura familiar y social en México y el mundo.
Las nuevas generaciones están tomando decisiones más conscientes sobre la paternidad, priorizando su bienestar y el del planeta. Esta evolución en la mentalidad social promete tener un impacto duradero en las dinámicas familiares y comunitarias del futuro.
¿QUÉ INDICA LA OCDE?
Según informes, en las últimas seis décadas se redujo a la mitad la tasa de fertilidad total en los países que integran la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).
“Las mujeres pasaron de tener 3.3 hijos en 1960 a un promedio de 1.5 hijos en 2022, muy por debajo de la cifra de 2.1 hijos por mujer.
De igual forma aumentó la edad promedio en que las mujeres dan a luz, al pasar de 28.6 años en el año 2000 a 30.9 años en 2022, lo que suma a la caída de la fertilidad”, indican las cifras de la OCDE.
PANORAMA EN MÉXICO
En México, la tasa de fecundidad cayó de 6.8 hijos por mujer en 1960 a 1.8 hijos por mujer en 2021, dejando el nivel de reemplazo atrás desde 2014. Países como Corea del Sur e Italia tienen tasas de fecundidad de 0.7 y 1.2 hijos por mujer.
FACTORES QUE LIMITA LA FERTILIDAD EN MÉXICO
Los adultos jóvenes de México muestran más incertidumbre entre los países de la OCDE. Estos son los temas que les generan más preocupación:
- La inflación y costo de vida (94.4%).
- La baja calidad del empleo (91.9%).
- Las consecuencias del cambio climático (91.2%).
- La falta de acceso a servicios de salud mental (88.7%).
- Las pérdidas educativas de los niños debido a la pandemia (87.1%).
- No poder trabajar por el cuidado de los niños, familiares ancianos, discapacitados o de ellos mismos (85.5%).
- Los efectos en la salud que persisten tras la pandemia (84.4%).
- La seguridad nacional por la situación geopolítica (81.3%).