Estilo Joven: El viaje de Musk
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Columna

Estilo Joven: El viaje de Musk

¿Es filantropía o locura de poder? ¿Por qué ir a Marte? ¿Por qué gastar dinero en una expedición a un planeta hostil? ¿Alguna vez te has preguntado qué harías si tuvieras 100 mil millones de dólares?


Estilo Joven: El viaje de Musk | El Imparcial de Oaxaca

Elon Musk es uno de los pocos hombres que puede responder esta pregunta (porque tiene el dinero) y, de hecho, ha dado algunas de las más locas/extraordinarias respuestas.

En el juego de las promesas ridículas “acabar con la corrupción”, “que México gane el mundial” “hacer América grande de nuevo”, Musk es un campeón, pero sus ridiculeces están realmente moviendo al mundo, en realidad sus billones de dólares están moviendo al mundo (y generando más billones de dólares). Se propuso crear el primer automóvil sin conductor y lo logró, su compañía, Tesla Motors, tiene el valor de mercado más alto de EU, con 50 mil 950 millones de dólares, por encima de General Motors. Se ha planteado llevar en 2026 a los seres humanos a Marte y, en la Tierra, generar un vehículo que recorra 550 kilómetros en 30 minutos. Con otro de sus proyectos este hombre daría sentido al concepto de conectividad total global: planea colocar alrededor de la Tierra 4 mil satélites en una órbita baja, que darían el servicio de internet a todo el planeta y, además, a los automóviles de Marte.

La historia de sus ganancias es, como muchas, exponencial: 28 mil dólares (aproximadamente 500 mil pesos) prestados por su padre los convirtió en una empresa que realizaba mapas digitales y que, en 1999, vendió a Compaq en 307 millones de dólares. De esa cantidad le correspondieron 22 millones, 12 los ocupó en crear una de las empresas que conformarían Paypal. Al vender su parte de esta empresa ganó 180 millones de dólares.

Desde entonces comenzó la obsesión con ir a Marte. Musk fundó Space Exploration Technologies (SpaceX), que inició creando lanzacohetes y se ha convertido en la primera empresa privada en prestar sus cohetes a la NASA para realizar misiones espaciales. Para este inventor e inversor sudafricano, que planea crear una colonia humana de 80 mil pobladores en Marte, el motivo de la misión es meramente lógico: “Creo que nos enfrentamos al riesgo de acontecimientos desastrosos. Es algo así como cuando compras un seguro para tu coche o un seguro de vida. No es porque pienses que vas a morir mañana, sino porque podrías morir mañana”. Más que romper fronteras y conquistar nuevos mundos, Musk piensa en salvar no a la humanidad, sino a algunos cuantos.

El futuro del planeta está en las manos de un solo hombre. Musk no es el más rico del mundo, en realidad es el número 56 de la lista de Forbes, pero de quienes le anteceden, ni Warren Buffet ni Mark Zuckerberg ni mucho menos Amancio Ortega o Carlos Slim tienen un proyecto de diseño “interplanetario”, como el de este hombre que no parece tener límites ni económicos ni éticos. Para Musk, la ciencia está al servicio del futuro, pero en el presente el planeta del cual pretende sacarnos mantiene ingentes problemas. A ese futuro que Musk sueña y controla, la mayoría de los que hoy vivimos no llegaremos, a él parece no importarle. ¿Cómo elegirá a las 80 mil personas que pueblen Marte? ¿Sólo llegarán los “más inteligentes”, los “más ricos”, los que él elija? ¿Es suficiente decir que un hombre llegó a Marte para decir que la humanidad llegó a Marte? ¿Tú qué opinas?


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