Mediante un comunicado difundido este fin de semana, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) denunció una posible violación de sellos federales que la dependencia había colocado el pasado jueves 8 de marzo en señal de clausura de las instalaciones del campo de Gol Tangolunda de Bahías de Huatulco, propiedad del Fonatur y detalló que el inmueble sigue en resguardo de Fonatur.
Fue esa denuncia la que motivó la movilización de empleados de Profepa y de la Guardia Nacional (GN) en el interior del campo de golf Tangolunda. El presunto concesionario, Raúl Salinas Pliego, calificó la revisión como un “acto agresivo por parte del gobierno federal. En respuesta, la instancia procuradora ambiental declaró que realizó una visita de verificación, en cumplimiento de sus facultades, al Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur).
En el comunicado indica que el campo de golf “se encuentra dentro del Parque Nacional Tangolunda, decretado Área Nacional Protegida el pasado 26 de febrero”.
Menciona que recibieron denuncias “por parte del Fonatur, respecto al ingreso de personas ajenas al Parque Nacional Tangolunda”, por lo que llevaron a cabo una visita de verificación y “corroborar que los sellos de la clausura realizada el pasado 8 de marzo no hubieran sido violados”.
Fonatur les señaló en su denuncia “que al parecer algunas de las personas se encontraban armadas, motivo por el cual se contó con el acompañamiento de elementos de la Guardia Nacional”.
La “medida se tomó debido a que las personas involucradas no eran parte de Fonatur y podrían oponerse a la diligencia”, se lee en el comunicado.
El comunicado destaca que “la visita de verificación concluyó el día viernes 15 de marzo, retirándose del lugar los inspectores de Profepa y los elementos de la Guardia Nacional que acompañaron la diligencia”.
Leña del árbol caído
La incursión de las dependencias, procuradora y de seguridad, en el campo de golf de Huatulco, fue aprovechada por el propio supuesto concesionario del campo de Golf, Ricardo Salinas Priego, para politizar la disputa, de acuerdo con versiones de empresarios huatulqueños utilizando a los trabajadores, quienes, durante su horario laboral, se mantienen apostados bajo una carpa en la calle alterna a las instalaciones del predio y quienes se dijo que habían sido agredidos por personal de la GN, sin que ello se pudiera probar.
