CABA y algunos países ya comenzaron a aplicar la cuarta dosis de la vacuna contra COVID-19
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CABA y algunos países ya comenzaron a aplicar la cuarta dosis de la vacuna contra COVID-19

En ciudad de Buenos Aires se aplica el segundo refuerzo a personas inmunocomprometidas o mayores de 50 años que recibieron solo Sinopharm


CABA y algunos países ya comenzaron a aplicar la cuarta dosis de la vacuna contra COVID-19 | El Imparcial de Oaxaca

Ayer el mundo tuvo más de 1,6 millones de nuevos contagios por coronavirus y la Argentina sumó 5600. Ello evidencia claramente que la pandemia de COVID-19 no ha terminado y que se necesitarán más vacunas para combatir al SARS-CoV-2.

A medida que pasa el tiempo y el virus sigue infectando, los anticuerpos generados por las vacunas recibidas pierden efectividad y es necesario aplicar una nueva dosis para tener una inmunidad alta y evitar contagios. Es por ello que muchos expertos ya afirmaron la necesidad de la aplicación de una cuarta dosis de la vacuna contra el COVID-19, mientras que algunos gobiernos comenzaron a aplicarla en las últimas semanas y días.

Desde hace 12 días, en la ciudad de Buenos Aires se aplica la cuarta dosis a personas inmunocomprometidas. El ministro de Salud de la Ciudad, Fernán Quirós, explicó días atrás que los grupos con deficiencias en el sistema inmunológico serán quienes reciban una cuarta dosis de la vacuna para el coronavirus en CABA desde marzo. Y aclaró que, si bien es una cuarta inyección, funciona como un refuerzo para mantener la inmunidad frente al virus.

“La vacunación contra el COVID-19 tiene un esquema primario, la primera y segunda dosis, que son las necesarias para activar el sistema inmune y protegerse contra la enfermedad, esto es así para la enorme mayoría de los ciudadanos. Por otra parte, hay ciertos grupos específicos que “tienen una respuesta inmunológica menor, ya sea porque están recibiendo quimioterapia, o porque están recibiendo inmunosupresores por estar trasplantado, o porque reciben corticoides, o están en tratamiento de hemoterapia, o padecen una enfermedad que ha dañado su inmunidad, ya sea una enfermedad congénita o adquirida como el VIH”, señaló QuirósY completó: “En esos casos en que el sistema inmune que no responde bien, el esquema primario con dos dosis no alcanza. Por eso, hay esquemas primarios de dos dosis para la enorme mayoría de los ciudadanos y esquemas primarios de tres dosis”, explicó Quirós.

Esas personas son las primeras que recibieron una dosis adicional en noviembre del año pasado, en CABA y en todo el país. Se trata de “personas con imunocompromiso o que tengan doble dosis de la vacuna Sinopharm y tengan más de 50 años”, son las que recibieron una tercera dosis a partir de noviembre, que no era considerado dosis de refuerzo, sino una tercera dosis alcanzar esquema primario que en otros grupos se alcanza con dos dosis y así igualar la respuesta inmunológica”.

En el país, para la población general lo que se aplica es una dosis de refuerzo, una tercera inyección. En este grupo, en el que la inmunidad ya ha sido activada con dos dosis, “el refuerzo se aplica periódicamente para mantener el mismo efecto o la misma potencia de la inmunidad”, destacó el titular de la cartera sanitaria porteña. Y aclaró: “La cuarta dosis para la población general “todavía no se ha decidido, es un tema que se está evaluando y viendo la oportunidad y la forma”.

El destacado infectólogo Hugo Pizzi (M.N. 54.101) consideró en declaraciones a Cadena 3 que la implementación de una cuarta dosis debe ser inminente. “Son varios los países los que están aplicando la cuarta dosis y hay dos cosas a tener en cuenta: estamos en un periodo de transición, donde corresponde seguir con los cuidados y vamos a entrar en una climatología no favorable para las enfermedades respiratorias”, explicó.

“Son varios los países los que están aplicando la cuarta dosis y hay dos cosas a tener en cuenta: estamos en un periodo de transición, donde corresponde seguir con los cuidados y vamos a entrar en una climatología no favorable para las enfermedades respiratorias”, agregó el especialista.

En varios países del mundo la cuarta dosis ya es una realidad. Suecia recomienda una cuarta inyección solo para mayores de 80 años, mientras que países como Dinamarca, Israel o Chile proponen la cuarta inoculación para todas las personas de riesgo mayores de 18 años.

El Centro Médico Sheba de Israel administró segundas vacunas de refuerzo en un ensayo entre su personal y está estudiando el efecto del refuerzo de Pfizer en 154 personas después de tres semanas y el refuerzo de Moderna en 120 personas después del mismo tiempo, según informó oportunamente Gili Regev-Yochay, directora de la Unidad de Enfermedades Infecciosas Centro Médico Sheba de Israel.

Estos se compararon con un grupo de control que no recibió la cuarta inyección. Los del grupo Moderna habían recibido previamente tres inyecciones de la vacuna de Pfizer, según declaración las autoridades del hospital. “Las vacunas llevaron a un aumento en la cantidad de anticuerpos incluso un poco más alto que el que teníamos después de la tercera dosis”, explicó Regev-Yochay.

¿Aplicar dosis contra el coronavirus en intervalos cada vez más cortos puede ser contraproducente?

Una de las respuestas la esbozó una de las mentes brillantes de la Universidad de Oxford: “No podemos vacunar al planeta cada cuatro o seis meses. No es sostenible ni accesible. En el futuro, debemos apuntar a los grupos de riesgo”, advirtió Andrew Pollard, presidente del Comité Conjunto de Vacunación e Inmunización (JCVI) del Reino Unido y director del Oxford Vaccine Group, que ayudó a desarrollar la vacuna del laboratorio AstraZeneca en 2020.

Pollard sugirió que se necesita más evidencia científica para avanzar con la aplicación de cuartas dosis: “Hoy en día, menos del 10% de las personas de familias de bajos ingresos han recibido su primera dosis, por lo que la idea de una cuarta dosis a nivel mundial simplemente no es sensata”.

En España, el Ministerio de Sanidad, estableció que las personas que tuvieron coronavirus recibirán la dosis de refuerzo contra la infección a los cinco meses del diagnóstico.

Esto significa que la dosis de refuerzo para la población no vulnerable y mayor de 18 años deberá darse con un intervalo de 5 meses si se ha contraído la infección de COVID-19. “No es concebible que a las cuatro semanas de infección te vacunen otra vez contra el mismo microorganismo. No hay motivo científico, ni inmunológico, ni de conocimiento, y no sabemos de dónde partía esa recomendación inicial. Por lo que ampliar la dosis de refuerzo a por lo menos 5 meses responde a un cambio necesario e imprescindible”, explicó Alfredo Corell, catedrático de Inmunología de la Universidad de Valladolid.

Para Corell, esperar cinco meses para aplicar la dosis de refuerzo tras la infección por SARS-CoV-2 da tiempo igualmente por si hubiera que hacer algún cambio más. “A lo mejor alguien no necesita más dosis, a los mejor la necesita a los 8 meses, y estos 5 meses nos dan un plazo suficiente para preverlo”, indicó el médico y divulgador de la Sociedad Española de Inmunología.

Por la evolución de la pandemia, y las variables dentro de la población de cada país, Corell planteó que es momento de buscar una atención médica personalizada: “Hay tal número de casuísticas diferentes que intentar poner a todo el mundo bajo el mismo patrón es equivocarnos. Pero sí es cierto que, a los 5 meses, como mínimo, está indicado un refuerzo porque se ha visto que la estimulación con las vacunas, la capacidad de los anticuerpos, además, se mantiene en ese tiempo”, subraya.

¿El sistema inmune puede sobreestimularse?

Algunos expertos sugieren que “eternizar” la aplicación de dosis de refuerzos de las vacunas contra el coronavirus podría estar sobreestimulando al sistema inmune y llegar a ser contraproducente.

“No se deben dar cuatro dosis de la vacuna en un año, porque significa sobreestimular el sistema inmune, pudiendo provocar el efecto contrario y que éste no se responda cuando llegue la infección. Sí pueden ser convenientes en situaciones excepcionales, en personas inmunocomprometidas, pero es que aparte, no todas las personas vulnerables son iguales”, advirtió el inmunólogo de la Universidad de Valladolid.

“Por lo que volvemos a lo mismo, habría que ver el nivel de defensas de cada uno. La medicina personalizada es el reto, el hacer un seguimiento personalizado por parte del pediatra y del médico”, concluyó Corell.


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