En la primera parte se trató acerca de los orígenes, formación profesional y primeras actividades del doctor Miguel E. Bustamante Vasconcelos, hasta su ingreso a la Academia Nacional de Medicina en 1934, con un trabajo que se ocupó de la coordinación de los servicios sanitarios federales y locales como factor de progreso higiénico en México. Decía el Dr. Bustamante en ese trabajo: “En estos días de desorientación sobre el papel de los médicos en la estructura social, …está bien definido que los profesantes de la medicina tienen, fuera de su tradicional y noble papel insubstituible en la curación y alivio del individuo como tal, dos vigorosas funciones sociales: una función en la beneficencia pública y otra en la higiene pública”. Y en concordancia con lo dicho, el doctor impulsó el contacto de los médicos con la realidad rural de nuestro país, a través de la institucionalización del servicio social y con la creación de un plan experimental de enseñanza de la medicina, denominado Programa de Medicina General Integral o plan A-36, que en la década de los setentas formó tres generaciones de médicos en la UNAM.
Fue autor de más de 250 publicaciones científicas, relacionadas con el control de enfermedades infecciosas y parasitarias como la fiebre amarilla, paludismo, y oncocercosis, entre otras; fue colaborador en el proyecto de creación del Instituto de Salubridad y Enfermedades Tropicales (ISET) y fundador de la revista de éste y aun cerca de su muerte participó en la concepción del hoy Instituto Nacional de Salud Pública, creado en 1987. Incursionó también como historiador de la salud pública en México y escribió varios libros, uno de ellos acerca de la “Historia de la fiebre amarilla en México y su origen en América”, publicado en 1958; “La salud en los informes presidenciales”, que contiene el extracto sobre la salud de los informes presidenciales desde 1921 a 1976; asimismo, en coautoría, cuatro volúmenes de “La historia de la salubridad y la asistencia en México” y “La salud pública en México, 1959-1982” así como “Seis personajes de la salud pública en México” (1986), obra póstuma que le fue solicitada para el XL aniversario de la Secretaría de Salud.
Si bien su legado a la salud pública de nuestro país es extenso y de gran significado, por limitaciones de espacio he señalado lo que a mi juicio es más relevante de las aportaciones de un médico pilar de la salud pública moderna, oaxaqueño de origen y de destino universal, quien falleció el 4 de enero de 1986 y al que se recuerda en congresos médicos con conferencias magistrales, el auditorio del Laboratorio Central, así como su busto ubicado en el patio central de la Secretaría de Salud federal en la Ciudad de México, que llevan su nombre.
Héctor Eloy Álvarez Martínez.
Corresponsalía en Oaxaca “Ing. Alberto Bustamante Vasconcelos”