Mujeres empoderadas y rodeadas de la fuerza de la naturaleza, conscientes de la libertad y del conocimiento de sus cuerpos son los personajes que Cecilia Gutiérrez Cabrera, alias “Ruca Furiosa”, ha creado para ser el eje de su obra visual.
Nacida en Oaxaca de Juárez, Cecilia es una autora joven que recientemente debutó con su obra en una exposición individual en esta capital, pero que como una autora joven también ha forjado un camino en medio de la adversidad, por su edad y género, pero también de la alianza de otras mujeres o personas cercanas a ella.
Me gusta reflejar fuerza, resistencia y dureza. Por eso el nombre de Ruca Furiosa, porque creo que la furia, la ira, que se consideran sentimientos negativos, en realidad son sentimientos de protección, de iniciativa, de movimiento”, explica la joven de 25 años de edad, desde su taller en la colonia Miguel Alemán.
Para mí estar enojada con las injusticias de la vida, con situaciones específicas, me ayudó a tener la fortaleza para seguir adelante”, ahonda Furia sobre una obra en la que sus sentimientos han quedado plasmados en sus pinturas, gráficas u otra expresión como el arte urbano, a través del mural. Y en las que las mujeres son el elemento clave.
En su obra, la autora busca contar historias a partir de personajes que crea, especialmente los de su interés: personajes femeninos en situaciones empoderadas como el cuadro de gran formato en el que una mujer convive con tigres y armada con una daga. También en piezas en las que trabaja y que están enfocadas en la fuerza y el placer de las mujeres.
Fue en abril cuando Ruca Furiosa debutó con su primera exposición individual, “Fieras”, en la galería NN, aunque antes ha sido parte de varias colectivas. Este jueves inauguró su segunda muestra individual, “Mi furia”, en Casa Bestia.
Sin embargo, el andar de Cecilia Gutiérrez (Oaxaca de Juárez, 1997) inició desde la niñez, con el dibujo como primer acercamiento. Su formación en las artes ha sido en el Centro de Educación Artística (Cedart) Miguel Cabrera y algunos años cursando las licenciaturas de artes plásticas y de arquitectura en la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca.
A partir de su paso por la Facultad de Bellas Artes empezó una producción más constante, comenta.
Como una joven, forjarse en las artes plásticas ha sido un camino plagado de “incertidumbre”, por generar un producto que no se considera como esencial sino “algo que debe tener una calidad y un gusto muy determinado para poder vivir del arte”. Pero en el que el que también ha tenido que enfrentar un contexto machista y en el que las alianzas con otras mujeres o personas cercanas a ella han sido fundamentales.
La mayoría de las galerías le pertenecen a hombres y hombres muy machistas que se quieren aprovechar de ti y de los que estás recibiendo acoso sexual. Afortunadamente, a pesar de que son la mayoría, he encontrado gente que me ha apoyado y a partir del concepto de mujer en el arte… Actualmente estoy en el taller y Juan, mi pareja, me apoya para hacer mi producción y me ayudó a hacer mi debut”.
Con Emilia Chuliá tuvo también otro apoyo para su primera exposición individual, pues ha sido una “muy buena curadora y ‘dealer’ y está muy familiarizada con el concepto de ser una mujer en el mundo del arte. He podido conectar con gente que entiende las dificultades y me ha apoyado en muchos aspectos”, comparte la artista.
