La Inteligencia Artificial (IA) es una herramienta que llegó para quedarse en ámbitos como la educación. Sin embargo, su uso tiene que ser responsable y ético, señala la docente Merced Aurora Rodríguez Ortiz, de la Universidad Vasconcelos de Oaxaca. Quien está a cargo del naciente taller Habilidades en Inteligencia Artificial en esta casa de estudios, cuenta que cada vez más la IA está al alcance de las y los más jóvenes, pues se ha percatado que hay estudiantes de secundaria que ya están en contacto con la herramienta tecnológica gracias a los teléfonos inteligentes.
Hasta ahora, dice la docente, la IA se ha empleado de manera de manera negativa, por lo cual se decidió que en esta universidad todos los alumnos tengan una noción más amplia para un uso responsable.
Licenciada en Imagología por el Colegio de Consultores de Imagen Pública y con dos diplomados en Inteligencia Artificial por la Universidad Autónoma Metropolitana (campus Azcapotzalco) y por la comunidad docente Cerebrote (Colombia), Rodríguez refiere que “se les está enseñando la importancia de la herramienta, cómo utilizarla de manera ética y responsable, porque sí la usan, es la realidad, pero no como deberían, por eso los vamos direccionando para que le den un buen uso; ahorita de estudio y después, de trabajo”.
La más reciente Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH), publicada en junio de 2024, señala que en el año 2023, 97 millones de personas usaban internet, es decir, 81.2 % de la población de 6 años o más del país.
En el mismo periodo, la encuesta hecha por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y el Instituto Federal de Telecomunicaciones, refiere que eran 97.2 millones de personas las que usaban un teléfono celular, lo que equivalió a 81.4 % de la población de 6 años o más.
Para el estado de Oaxaca, donde la población total se estima en 132 mil 148 habitantes, la encuesta señala que entre sus habitantes de 6 años de edad y más, el 70.6 por ciento usa internet y un porcentaje similar (70.8) son usuarias de teléfono celulares. Tanto los teléfonos celulares como el acceso a internet, facilitan la interacción con la Inteligencia Artificial, pues a través de estos se pueden descargar y tener programas o aplicaciones como ChatGPT.
Durante la pandemia de COVID-19 y debido a las restricciones de sana distancia, en muchas instituciones educativas del país se optó por emplear las computadoras, celulares y el internet para mantener las clases en línea. Esto incluso con las dificultades para las y los estudiantes de diversos contextos.
“Después de la pandemia de COVID-19 nos dimos cuenta que se activaron muchos temas de tecnología, uno de ellos fue la creación de ChatGPT, que está en todos lados, y también nos dimos cuenta que se usaba, pero de manera irresponsable y que no sabían usarla, no le sacaban todo el provecho a la Inteligencia Artificial, comenta Rodríguez sobre uno de los cambios a raíz de la pandemia vivida en los años 2020, 2021 y parte del 2022.
Hay diferentes tipos de Inteligencia Artificial, la generadora de textos, de imágenes, de voz, de música, etcétera, explica la docente sobre un conjunto de herramientas para los que se busca guiar a las y los estudiantes.
“No la van a dejar de utilizar porque es una herramienta que existe y va a seguir existiendo… No podemos cegarnos a la idea de que existen, de que son reales y que los alumnos las utilizan, que más jóvenes empiezan a utilizar las herramientas de Inteligencia Artificial”.
De acuerdo con IBM (International Business Machines), una empresa multinacional de tecnología, consultoría e informática, “la inteligencia artificial, o IA, es tecnología que permite que las computadoras simulen la inteligencia humana y las capacidades humanas de resolución de problemas”.
Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), explica que la IA “permite que máquinas simulen aspectos de la inteligencia humana tales como la percepción, la solución de problemas, la interacción lingüística y hasta la creatividad”. Pero aunque puede representar muchas oportunidades a nivel mundial su uso también plantea preocupaciones éticas.
“La inteligencia artificial (IA) tiene el potencial de abordar algunos de los mayores desafíos de la educación actual, innovar prácticas de enseñanza y aprendizaje, y acelerar el progreso hacia el cumplimiento del ODS 4 (Objetivo de Desarrollo Sostenible en materia de educación de calidad). Sin embargo, los rápidos avances tecnológicos conllevan inevitablemente múltiples riesgos y desafíos, los cuales hasta ahora han superado todo debate político y marco regulatorio”.