“José Vasconcelos era un hombre incómodo consigo mismo y siempre vivió perseguido por la insatisfacción”, señaló Rafael Mondragón Velázquez durante la presentación de su libro más reciente El largo instante del incendio. Ensayo biográfico sobre José Vasconcelos (El Colegio Nacional, 2023), quinto volumen de la colección Biografías, cuyo objetivo es acercar la vida y obra de los integrantes de El Colegio Nacional a un público amplio.
La presentación del volumen se llevó a cabo en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería 2024. Participaron Daniel Goldin, editor, bibliotecario y escritor; Susana Quintanilla, académica del Cinvestav; Sergio Ugalde Quintana, investigador del Colegio de México; y Rafael Mondragón Velázquez, investigador del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM. La mesa fue moderada por Alejandro Cruz Atienza, director de Publicaciones de El Colegio Nacional.
En la presentación, Mondragón Velázquez confesó que escribió su biografía sobre José Vasconcelos (1882-1959) por encargo, lo que le permitió acercarse a la figura del autor de La raza cósmica de una manera oblicua. “Me resistía a hacer una estatua de bronce. Ya se han hecho, y era lo que a él le molestaba”, señaló.
El investigador destaca que su libro sigue el enfoque de la nueva izquierda de los años 70, representada por Carlos Monsiváis, José Emilio Pacheco, Elena Poniatowska y Fernando Benítez, quienes intentaron mostrar que los héroes de la historia realmente fueron incompletos y perseguidos por sus contradicciones.
Mi libro sigue el camino que en los años 70 abrieron aquellas personas, y trata de mostrar que los compañeros de camino de Vasconcelos eran un grupo de gente improbable: místicos católicos, feministas de la primera oleada, anarquistas, agraristas, homosexuales y que él, siendo una persona que abominaba muchas de esas opciones políticas y personales, tuvo la generosidad de permitir que cada uno de ellos encontrara lo mejor de sí mismo” a través de los libros.
Así, para Mondragón Velázquez, Vasconcelos fue hombre de contrastes. Por un lado, reconoce que terminó siendo racista; sin embargo, “tenía la generosidad necesaria” para percibir el potencial en las personas, acompañarlas y motivarlas a que encontraran su vocación, como lo hizo con Carlos Pellicer.
De acuerdo con Susana Quintanilla, especialista del Ateneo de la Juventud, el ensayo bibliográfico presenta el dolor de Vasconcelos, y algunas de sus posibles causas, como las traiciones y el resentimiento. Pero también narra la búsqueda de la felicidad en medio de la desgracia de colectiva.
¿Por qué una nueva biografía de uno de los intelectuales más conocidos del país?
De acuerdo con Quintanilla, “cada generación tiene el derecho de leer a nuestros clásicos sin que los adultos mayores intervengamos”.
En su oportunidad, Sergio Ugalde describió el ensayo biográfico de Vasconcelos como una “obra oblicua”, que muestra los lados sombríos y luminosos de Vasconcelos gracias a dos técnicas: mostrar los “gestos del biografiado” y las estrategias de lectura que siguió Mondragón Velázquez.
Para justificar su argumento, Ugalde mencionó que cuando Vasconcelos era niño y estudió en Estados Unidos, sus compañeros lo acosaban. Entonces, un estudiante mexicano le regaló una navaja para que se defendiera, y así lo hizo. Pero Mondragón Velázquez muestra el lado luminoso de Vasconcelos cuando narra las historias periféricas que rodean al protagonista, como la vida de las mujeres que lo acompañaron en distintos momentos de su vida y “la de algunas figuras de la izquierda mexicana”.
En opinión de Ugalde, con estos elementos Mondragón Vázquez construyó una obra “filosófica que persigue un fin propedéutico para el presente, la cual busca salvarnos de los fantasmas que rondan nuestra historia, nuestro presente y nuestro porvenir”.
Por su parte, Daniel Golding destacó sus características como intelectual y político. Comentó que, si Vasconcelos fuera hoy candidato a la presidencia, sería criticado como machista y mitómano, porque era un hombre muy incómodo.
A Vasconcelos “lo caracterizó su deseo de ser auténtico, al mismo tiempo que quería alcanzar el poder para poner en práctica sus ideas”. Si embargo, para alcanzar el poder, necesitaba agradar a las personas.
Para Golding, Vasconcelos sería fácil de analizar si solo se le estudiaran alguna de sus facetas: fundador de instituciones, intelectual, político; sin embargo, “él quiso ser todo eso junto”. Por esta razón es difícil hacer una biografía de Vasconcelos.
A pesar de las dificultades que representa la figura de Vasconcelos, Mondragón Vázquez hizo un trabajo de calidad. “Se lo apropia con descaro. Lo quiere hacer zapatista, anarquista, socialista. Está bien. Es y no lo es”. Lo indudable es que “Vasconcelos sembró muchas de las cosas que hoy vivimos y que nos tienen atrapados”, concluyó Goldign.