La Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO) regresó en su edición 42 al Centro Cultural y de Convenciones de Oaxaca (CCCO). Dos años después de que tuvo que emigrar al espacio virtual o ser semi presencial, este fin de semana volvió en un formato totalmente presencial.
La FILO fue inaugurada con la presencia de la escritora argentina Camila Sosa Villada, el autor colombiano Ivar Da Coll, así como los organizadores de la feria y autoridades estatales y municipales.
Fue en 2019 la última vez en que la feria se realizó en el Centro Cultural y de Convenciones de Oaxaca recordó Vania Reséndiz Cerna, directora de la feria desde 2021.
Reséndiz remarcó que la pandemia ha sido dura para la industria editorial, por lo que auguró un nuevo contexto en esta edición de la FILO. La feria abarcará “10 días intensos de actividades”, del 21 al 30 de octubre.
En su intervención, Reséndiz leyó un discurso que escribió, según sus palabras, “desde las entrañas”.

Autoras dialogan sobre literatura e identidad
Como primera actividad, la FILO tuvo un conversatorio entre la escritora argentina Camila Sosa Villada y las oaxaqueñas Clyo Mendoza y Yásnaya Elena Aguilar Gil.
La identidad de género, el ser oaxaqueñas y el papel que se le ha dado a la literatura fueron los temas abordados en este encuentro, en donde también se habló sobre el negocio editorial.
Clyo Mendoza externó que los libros de Camila, como “El viaje inútil”, han tenido la fuerza que pocos te ofrecen. Se refirió a que libros como el de ella, si no la han salvado, sí le han dado una mano en momentos complicados de su vida.
Tras dar una bienvenida en mixe, Yásnaya Elena apuntó que para ser oaxaqueña tienes ser multilingüe.
Camila, quien aunque se dijo ser una escritora trans remarcó en un momento de su vida decidió dejar de hablar que es una escritora trans y que escribe sobre personas trans.
Decidió, dijo, no hacerse más cargo de esa demanda a su alrededor para responder por un colectivo enorme y diverso.
La autora de “Las malas” comentó que tiene poco de donde sostenerse intelectualmente, pero mucho emocionalmente. Pero que incluso esto es como si tuviera que excusarse en un mundo literario al que muchas veces se le da más importancia que otras actividades.
