- En números
- 35 puestos en la capital de Oaxaca
- 150 voceadores trabajan en ellos o de forma ambulante
- 60 años de existencia rebasan los puestos
- 2 uniones los aglutinan
Ante un contexto adverso por la disminución de lectores en países como México y la desprotección a quienes por varias décadas han ejercicio el oficio de voceadores, la Confederación Internacional de Vendedores de Diarios, Revistas y Agregados buscará que los quioscos o puestos de venta de este tipo de materiales sean declarados como patrimonio cultural vivo de la humanidad.
Se estima que en la capital oaxaqueña existen 35 puestos de este tipo, principalmente en forma de casetas como las que se ubican en la Alameda de León, la calle y el portal de Flores Magón, la calle de Bustamante, la Central de Abasto, entre otros puntos. Además de poco más de 150 voceadores que trabajan en ellos o de forma ambulante.
Como esto, la adquisición y lectura de diarios y revistas, así como de libros (otro de los productos que ofrecen estos puestos), han ido a la baja en las últimas décadas. Y a ello se suman las afectaciones que dejó la pandemia de Covid-19.
Silvio Victoria Gutiérrez, presidente de la Unión de Voceadores del Estado de Oaxaca, una de las dos representaciones en la entidad, señala que aun con estos retos y problemas, los quioscos (kioscos) o puestos se han convertido en parte esencial en urbes como Oaxaca de Juárez.
En las plazas principales de algunas ciudades, estos y los vendedores de globos o los aseadores de calzado (boleros) son prácticamente parte del conjunto paisajístico y vivo.
En la capital oaxaqueña, varios de los puestos de periódicos y revistas rebasan los 60 años de existencia y han sido el sostén de varias familias, tanto de quienes expenden en ellos o de quienes ejercen el oficio de manera ambulante en las calles y cruceros.
El también secretario de trabajo del comité ejecutivo nacional de la Asociación Nacional de Uniones de Voceadores de Periódicos, Libros y Revistas de la República Mexicana, explica que el segundo congreso se realizará el 22 y 23 de agosto en Cuernavaca, Morelos y tendrá a invitados de nueve países (Uruguay, Chile, Argentina, Bolivia, Perú, Ecuador, Honduras, Colombia y Brasil).
La presencia de representantes de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura es parte de lo esperado en este encuentro, por lo que será ahí donde planteen que los quioscos de revistas y periódicos sean declarados “patrimonio cultural vivo de la humanidad”. Esto al ser espacios que guardan y son testigos de la historia de México y otros países, donde han detectado puestos con más de 100 años de existencia, pero que por decisiones de las autoridades o las circunstancias corren el riesgo de desaparecer.
El representante recuerda que incluso la unión que representa surgió porque en los años 70 la autoridad local quiso retirar los quioscos de la Alameda de León.
Esta reunión va a ser muy benéfica porque vamos a conjuntar nuestra problemática, que se vive en México como en otros países”, cuenta Victoria Gutiérrez, quien señala que la problemática en común los ha motivado a buscar que las autoridades volteen a ver a quienes mantienen este oficio, como parte de una cadena que inicia en las empresas de diarios impresos.
En el congreso también pretenden compartir experiencias de uniones de otros países que ya han logrado avances en materia de seguridad social y de apoyos de parte de los gobiernos, pues al ser un oficio sin prestaciones la salud es uno de los aspectos más afectados.
En la actualidad somos de las personas más desprotegidas y olvidadas porque no contamos con una protección, si no tenemos ventas no tenemos utilidades”, dice el representante sobre un gremio que estima en 150 voceadores en Oaxaca aglutinados en dos uniones. Por la pandemia, señala que de ambas fueron ocho las personas fallecidas.
De acuerdo con el Módulo sobre Lectura (MOLEC) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el país no solo está disminuyendo la población lectora (alfabeta de 18 años de edad y más) sino también está bajando el porcentaje de personas que se interesan por los periódicos y revistas. Incluso por los libros.
Tan solo del 2016 al (mes de febrero de) 2023, la población lectora bajó del 80.8 por ciento al 68.5.
En tanto, de quienes leían periódicos pasaron del 57.6 por ciento al 18.5. Según el INEGI, la mayor disminución se dio entre 2022 y 2023, al ir del 33.9 al 18.5. Con las revistas, el porcentaje fue disminuyendo de 51.4 (en 2016) al 23.6 (en 2023). En 2022, la población lectora de estas era de 34.9 por ciento.
Aunque el INEGI ha monitoreado los hábitos lectores a través del MOLEC desde 2015, Silvio Victoria estima que ha sido desde el año 2000 cuando bajó la venta de publicaciones impresas. En décadas previas como los años 70, recuerda que las revistas de historietas u otras se vendían en mil ejemplares o más.
Con la pandemia, observaron una de las mayores afectaciones de los últimos años, pues se redujo la movilidad y presencia de personas en vialidades y espacios públicos. “Le echábamos la culpa al internet, pero llegó la pandemia y cuando regresamos ya vendía poquitos periódicos y revistas. Fue un golpe muy duro para nosotros”.