El robo del patrimonio histórico de la ciudad de Oaxaca, así como de otros bienes de valor municipal, ha aumentado en los últimos años y en la mayoría de los casos sigue impune. Además de que gran la mayor parte de los objetos no se han recuperado.
Las águilas del obelisco a Porfirio Díaz, las tres pequeñas placas de bronce que acompañaban a la de la declaratoria de Patrimonio Mundial, así como la reja del hemiciclo a Juárez son solo algunos de los bienes hurtados en los dos últimos años en la ciudad.
Aunque finalmente no fue robada, otro de los objetos de valor histórico que corría el mismo peligro es la reja frontal del templo de San Felipe Neri, la que en febrero del 2023 retiraron autoridades el municipio y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para su restauración.
Esta serie de robos al patrimonio también se relaciona con el de bienes religiosos, como el que sufrió la iglesia católica hace varios años, cuando fue hurtada una corona de oro que artesanos oaxaqueños hicieron con donativos de la feligresía para la Virgen de la Soledad.
En los últimos años, al menos desde 2022, lo que han desaparecido son partes de la reja colocada al pie del hemiciclo a Benito Juárez, en el parque El Llano. Estas desaparecieron entre los últimos días de noviembre y los primeros de diciembre de ese año. En ese entonces, los maceteros y pilastras del monumento, además de otras del perímetro del parque fueron derribados.
Como este monumento que data del siglo XIX, otro que ha sufrido daños y robos es el obelisco a Porfirio Díaz, que se localiza en la calzada del mismo nombre al norte de la ciudad. En octubre del año pasado, una de las cuatro águilas hechas por el escultor Ernesto Tamariz fue robada, pero la policía municipal la recuperó. A la fecha, la pieza no ha sido reinstalada.
Sin embargo, una segunda águila también desapareció en los últimos meses del 2023 y se desconoce si fue recuperada.
La placa conmemorativa de la declaratoria del centro histórico como patrimonio mundial por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) es otra de las afectadas.
Luego de su reubicación en la calle Gurrión, en donde se le construyó una base de concreto y una de metal, la placa ha sido grafiteada, además de que las tres pequeñas placas de bronce que diversas administraciones le agregaron también fueron robadas.
Sobre estas últimas, el municipio aseguró que repondrá las placas, aunque todavía se desconoce la fecha.