Coro Air France y Orquesta Sinfónica Santa Cecilia unen talentos

En 13 años, lo que inició como talleres para que la niñez y juventud tuviera oportunidades de desarrollo lejos de la violencia y la marginación, ha marcado a cerca de 350 infantes y jóvenes de la agencia Vicente Guerrero, Villa de Zaachila, así como de otras probaciones cercanas. Muchos de ellos siguieron su camino en la música y otras generaciones se unieron a esta iniciativa pensada para desarrollar sus capacidades artísticas lejos de la violencia.

Actualmente, la Escuela de Iniciación Musical Santa Cecilia, que surgió en torno al ex basurero de la zona metropolitana de Oaxaca, atiende a 153 estudiantes: 65 mujeres y 88 hombres. En 13 años han logrado el apoyo de fundaciones nacionales e internacionales, pero principalmente el impulso de la asociación civil Armonía, Juventud y Comunidad.

Sin embargo, las necesidades persisten, explica María Elena Ramírez Mijangos. De ahí que junto con el Coro Air France, la Orquesta Sinfónica Santa Cecilia aliste dos conciertos para obtener recursos y ampliar su infraestructura.

Los conciertos serán los próximos 16 y 18 de abril. El primero, a las 19:00 horas, en el teatro Macedonio Alcalá, y el segundo en la sala Silvestre Revueltas del Conservatorio Nacional de Música. Para el concierto en Oaxaca, los boletos ya se pueden conseguir en la taquilla del teatro. En ambos casos, también desde la plataforma donaronline.org

Ahorita tenemos la necesidad de infraestructura, ya que afortunadamente ha habido una gran demanda de chicos y chicas que quieren entrar a la escuela, pero los espacios que tenemos son insuficientes, nuestra meta es construir un edificio con aulas individuales para que puedan ensayar los chicos y tengan momentos de estudio personal, que no tienen en sus casas”, explica la integrante del comité directivo de la escuela e integrante de la asociación civil.

María Elena detalla que aparte de la agencia Vicente Guerrero, en donde opera la escuela, han llegado menores de las colonias Guardado, Renacimiento y Manantial, del mismo municipio. Aunque otros vienen de Xoxocotlán y San Bartolo Coyotepec.

La escuela, aclara, no es solamente un espacio para impulsar la música sino para que las y los menores tengan un desarrollo integral y multicultural.

Algunos estudiantes han seguido su camino en la música, como quienes cursan una licenciatura en música en la Universidad Nacional Autónoma de México o que a la par de la lingüística siguen en la música, desde Puebla.

Es un proyecto que genera oportunidades y está animando a los chicos para que vean y experimenten lo que es la música a nivel profesional”.

En sus orígenes, la ahora Escuela de Iniciación Musical Santa Cecilia surgió con el impulso de un grupo juvenil y el párroco José Rentería. Inicialmente fueron talleres de música, artes plásticas y danza, aunque prevaleció el interés por la música con una veintena de infantes y jóvenes que dieron origen a la escuela.

Con el paso del tiempo y su desarrollo logró el apoyo de varias iniciativas, fundaciones y personas, por lo que ya cuenta con instalaciones propias y un lote significativo de instrumentos que se prestan a quienes estudian en ella. Además de las clases o talleres con músicos del estado, del país y del extranjero, la escuela también ha conseguido el impulso para participar en festivales u ofrecer conciertos en su comunidad y país. Incluso, para presentarse en Francia.

La piloto francesa Isabelle de Boves es una de las personas que por varios años ha permanecido junto a esta escuela, a través de la asociación La Banda de Música. En Oaxaca, la escuela se basa en la asociación civil Armonía, Juventud y Comunidad, que se creó como donataria autorizada.