Viena es un lugar donde todos los días hay teatro, ópera, música. “La vida artística está en todos lados, pero ahora todo eso está completamente parado”, cuenta la cantante oaxaqueña Patricia Trujano Granados, quien por ahora vive su tercera semana de cuarentena en Viena, Austria.
La soprano de Huajuapan de León estudia una especialidad en el Conservatorio de la Arquidiócesis de Viena, pero desde hace unos años radica en Austria, país en el que se desempeña como artista independiente.
“Pensamos que las escuelas iban a parar y que todo lo demás seguiría. Pero los primeros cuatro días de encierro se anunció el cierre de teatros y que no habría actividad artística. Todo fue muy rápido”, recuerda la cantante que hasta hace una semanas habìa debutado en Bulgaria y se alistaba para nuevos recitales en Viena y Alemania.
Ahora, hacer los conciertos y actividades es peligroso por la gran propagación del virus causante de Covid-19, relata la intérprete que por ahora ensaya en casa, pero no para esas presentaciones, sino para un examen en la universidad.
Para el verano próximo, pensaba viajar a México, en donde se ofrecería algunos conciertos, pero ahora cree que estos se cancelarán como ya ocurrió con los de Viena y Alemania.
“No ha sido fácil, como artistas estamos acostumbrados a que nuestro arte llegue a la gente. Estar encerrados… no es que tengamos más tiempo. Es diferente cuando dices: me voy a quedar encerrado por gusto a cuando lo tienes que hacer porque hay algo que está pasando. En este caso es así”, confiesa.
La soprano no creyó que la pandemia fuese tan grave y fuerte, pero ahora, en el encierro, ha tenido días complicados, aunque intenta mantenerse optimista, hacer ejercicio, cantar, ensayar.
En un momento pensó “que sería lindo regresar a México”, pero para entonces, las fronteras habían sido cerradas. Ahora, solo le queda esperar en Viena. Y aunque no ha tenido ninguna comunicación o apoyo de parte del gobierno mexicano, como si ha visto que ha hecho el austriaco con sus connacionales, reconoce que desde antes de la pandemia las autoridades de su natal Huajuapan han tenido contacto con ella.
Por ahora, como artista y estudiante en Viena, recibe un apoyo de parte del gobierno de Austria para pasar esta crisis económica. “Eso nos ayuda porque como artistas independientes vivimos de los conciertos que damos y al pararse la actividad musical es bastante duro para nuestra economía”, quien al tiempo de ello externa la preocupación por su país y estado, pues ha visto la incredulidad de algunos respecto a la pandemia y la imposibilidad de otros de quedarse en casa, al tener que salir para vivir el día a día.
Como Trujanos Granados, otro autor oaxaqueño que radica en el extranjero y desde ahí vive la pandemia es el artista visual Emilio Sánchez. Aunque lleva casi dos décadas en Países Bajos y se ha acostumbrado a su segunda cultura y país, ahora se encuentra en medio de un contexto que nunca imaginó.
“Fue a principios de febrero que empecé a escuchar de este nuevo virus. En la medida que fue acercándose la primavera aquí en Nederland escuché la tragedia de Italia, después España y así hasta ahora aquí, en Holanda”, relata el autor que desde los primeros días de marzo ha estado bajo las medidas de precaución para que todos los residentes permanezcan en sus hogares hasta la actualidad.
“Ha sido significativo porque hemos vivido cómo este virus ha paralizado a Europa. Cómo esta pandemia ha hecho efecto en cada uno de los hogares y el daño económico que ello ha provocado, a tal grado que aquí todas las actividades tanto educativas como de trabajo y esparcimiento (incluida la cultura) han sido paradas”. Y eso aplicará al menos hasta el 27 de abril, cuando se tenga la posibilidad de volver a un ritmo “normal” y enfrentar nuevos escenarios, ahonda.
Este escenario ha impactado en la vida del artista, quien señala que su agenda de exposiciones y otras actividades ha tenido afectaciones varias. Además de que en lo personal ha reflexionado y abordado este contexto mediante sus creaciones.