La actriz Rosita Bouchot, recordada por interpretar a Paty en dos episodios de El Chavo del 8, reveló públicamente una situación incómoda que vivió con Roberto Gómez Bolaños, creador del programa, y que habría influido directamente en su salida de la serie.
Durante una charla con sus seguidores, Bouchot explicó que, a diferencia de otros personajes que fueron eliminados por falta de impacto, en su caso la decisión tuvo un trasfondo personal. Según relató, Gómez Bolaños —casado en ese entonces— se le acercó en camerinos y le confesó no saber si la contrataba “como actriz o como mujer”.
“Roberto me daba mucho respeto… pero una vez me dijo algo que me desconcertó. Me comentó que no sabía si me estaba llamando como actriz o como mujer. Yo en ese momento no supe qué decir”, relató.
EL PERSONAJE QUE PUDO DURAR MÁS
Bouchot interpretó a Paty, una de las nuevas vecinas de la vecindad. En una reescritura del episodio Las nuevas vecinas a mediados de los años 70. Aunque el personaje tenía potencial, y la actriz ya contaba con una carrera consolidada en televisión y cine, su participación fue efímera.
Después de esa conversación en camerinos, no fue convocada nuevamente para grabar con el elenco de El Chavo del 8. La actriz aclaró que nunca ocurrió nada más allá del comentario. Y, aunque fue hecho con respeto, marcó un punto de quiebre.
“No pasó nada, pero ya no volví a trabajar con él. No sé si esperaba otra respuesta, o si ya estaba decidido que el personaje no seguiría”, dijo.
¿LÍMITES PROFESIONALES OPORTUNAMENTE DIFUSOS?
Lo revelado por Rosita Bouchot pone sobre la mesa una discusión que sigue vigente: los límites entre lo profesional y lo personal en la industria del entretenimiento. Especialmente cuando hay una relación de poder de por medio.
Aunque Bouchot no acusa directamente a Gómez Bolaños de acoso, su testimonio muestra un contexto donde una insinuación personal tuvo consecuencias laborales. Para muchos, este tipo de dinámicas eran comunes en décadas pasadas, pero hoy invitan a ser revisadas con una mirada crítica.
LO QUE HOY SERÍA CONSIDERADO ACOSO SEXUAL Y LABORAL
Aunque Rosita Bouchot evitó calificar el episodio como acoso, la conducta relatada se enmarca hoy en lo que la legislación mexicana y diversas normas laborales consideran acoso sexual y laboral. Un comentario de carácter íntimo por parte de un superior jerárquico, especialmente cuando hay una relación de poder —como entre un director y una actriz— puede constituir una falta grave que vulnera la dignidad. Así como a los derechos de la persona trabajadora.
En contextos actuales, este tipo de declaraciones podría dar pie a una denuncia formal. Tanto en instancias legales, como en organismos internos de control ético.
UN PASO BREVE PERO MEMORABLE POR LA VECINDAD
Pese a su breve paso por El Chavo del 8, Rosita Bouchot dejó huella. Su personaje de Paty fue bien recibido y compartió escenas con su tía ficticia, Gloria. Más adelante, tuvo apariciones en El Chapulín Colorado y telenovelas. Luego, regresó a la televisión en 2006 en la serie Skimo, de Nickelodeon.
Finalmente, hoy, décadas después, su relato reaviva el debate sobre cómo se construyeron los íconos televisivos en contextos donde lo profesional y lo personal a menudo se mezclaban. Además, cómo muchas decisiones artísticas quizá tuvieron motivaciones poco visibles.