En un hecho que enciende alertas sobre la seguridad en espacios turísticos, un hombre de 52 años fue detenido portando un arma de fuego sin licencia en pleno Centro Histórico de Oaxaca. A solo unas cuadras del Zócalo capitalino.
De acuerdo con los primeros reportes de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) de Oaxaca, el sujeto —identificado como G. S. L.— fue interceptado por elementos policiacos sobre la calle J. P. García, entre Trujano y Las Casas, tras un reporte recibido por el sistema de emergencias del C4. Al momento de la inspección, los agentes encontraron que llevaba en la cintura una pistola calibre .380, con matrícula visible y cargador abastecido con siete cartuchos útiles.
NO PRESENTÓ PERMISO PARA PORTAR EL ARMA
La pistola no estaba registrada ni contaba con ningún tipo de autorización legal para su portación, lo que motivó su detención inmediata y traslado ante la Fiscalía General de la República (FGR). La intervención fue realizada por personal de la Policía Turística del Estado con el apoyo de la Policía Auxiliar, Bancaria, Industrial y Comercial (PABIC).
El hecho ocurrió en una zona de alta afluencia turística y comercial, lo que refuerza la preocupación por la presencia de personas armadas en espacios públicos sin controles adecuados. Aunque no se reportó comportamiento violento por parte del detenido, la sola portación de un arma en ese contexto representa un riesgo latente para la ciudadanía y visitantes.
VACÍOS EN LA VIGILANCIA Y FALTA DE CONTROL
Este caso pone sobre la mesa la necesidad de revisar los mecanismos de vigilancia y control de armas en zonas urbanas. Particularmente en sitios de relevancia histórica y cultural como el centro de Oaxaca. A pesar de los recorridos policiales, la portación ilegal sigue siendo una práctica frecuente. Sin que existan filtros efectivos para su detección antes de que ocurra un incidente.
En un contexto nacional marcado por una creciente circulación de armas ilegales, la captura de este hombre debe abrir una discusión más profunda:
¿cuántas personas más circulan armadas sin que lo sepamos?
La prevención sigue siendo el eslabón más débil de la cadena de seguridad pública.
La seguridad en las zonas históricas no puede limitarse a rondines o cámaras de vigilancia. Detectar a tiempo a quienes representan un riesgo, aun sin disparar, es clave. Lo ocurrido en el Centro de Oaxaca muestra que, bajo la superficie del turismo, pueden caminar armados sin levantar sospechas. ¿Qué pasa cuando uno de ellos decide usar el arma?