La violencia volvió a golpear a la Costa de Oaxaca. Este lunes, Germán V., un hombre dedicado al oficio de la mecánica, fue asesinado a balazos en su local sobre la Carretera Federal 200, que conecta Puerto Escondido con Pinotepa Nacional, a la altura del municipio de Santiago Jamiltepec.
Por otra parte, las autoridades no han dado información oficial sobre los responsables ni el móvil. El caso se maneja con hermetismo, en parte debido a las condiciones de emergencia que vive la región tras el paso del huracán Erick.
INVESTIGACIÓN EN CURSO Y SILENCIO OFICIAL
La Vicefiscalía Regional de la Costa ha iniciado las indagatorias correspondientes, aunque hasta el momento no se han emitido comunicados oficiales, ni se han realizado detenciones relacionadas con el asesinato.
Fuentes extraoficiales señalan que el crimen ocurrió de manera directa, sin que mediara confrontación. El cuerpo de Germán fue hallado en el lugar del ataque y posteriormente trasladado para realizarle la necropsia de ley.
DOLOR EN LA COMUNIDAD Y RECLAMOS CIUDADANOS
Tras conocerse el hecho, en redes sociales vecinos y conocidos expresaron su pesar e indignación. Germán era ampliamente reconocido en la comunidad de Colonia Miramar, donde era vecino.
“Descansa en paz, Germán, vecino de la Colonia Miramar, Santiago Jamiltepec”, escribió un usuario en redes sociales, reflejando el sentimiento de pérdida de la comunidad.
Otros mensajes reflejaron frustración con la creciente violencia en la zona. “Allí están los resultados que hay con nuevo preci, ahora está peor la cosa” (Sic.), expresó otro usuario, en una aparente crítica a las autoridades municipales.
Un comentario más denunció un patrón preocupante:
“Qué triste, ya van tres mecánicos y lavadores de carros que asesinan en menos de tres meses en ese lugar. Ha de ser una ciudad grande”, dejando ver que este no es un caso aislado, sino parte de un contexto más amplio de criminalidad no resuelta.
UNA REGIÓN GOLPEADA POR LA VIOLENCIA Y EL ABANDONO
El homicidio de Germán se suma a una serie de ejecuciones recientes en Santiago Jamiltepec y la región de la Costa, donde en los últimos meses varios trabajadores del sector informal, como mecánicos, lavadores de autos y comerciantes, han sido víctimas de ataques armados sin que hasta ahora se identifiquen responsables.
Este patrón apunta a una escalada de violencia en una zona que combina pobreza, abandono institucional y creciente presencia de grupos delictivos. La falta de información oficial y la ausencia de resultados por parte de las autoridades alimentan el miedo entre los habitantes.
¿VIOLENCIA NORMALIZADA?
Mientras la población se recupera del impacto del huracán Erick, ahora también tiene que lidiar con el miedo de convertirse en víctima colateral de una violencia que no se detiene.
Finalmente, la comunidad exige respuestas. Porque detrás de cada víctima hay una historia, una familia y un derecho a vivir sin miedo.