EN ESTE ESPACIO siempre he criticado la economía informal, tal vez los que están inmersos en ese sector consideran que estar fuera del radar del SAT, del tan inútil como costoso Seguro Social, del Infonavit, etcétera, sea el mejor camino a seguir para evitar complicaciones, no obstante, es una vía que limita, que no deja crecer.
EN ALGUNA ocasión, uno de esos comerciantes de las bodegas de la Central de Abasto que mueve importantes cantidades de frutas y verduras, recibió una oferta única de producto; obviamente tenía que invertir una cantidad importante de dinero que no tenía.
ACUDIÓ al banco para gestionar un crédito, obviamente, como sus ventas y compras a proveedores no pasan por el sistema bancario, a pesar de sus grandes ventas, el banco no le prestó el dinero. El comerciante argumentaba que sí tenía la capacidad crediticia, pero la informalidad en que sostenía su actividad, no le dio acceso al crédito bancario y perdía una gran oportunidad de negocio.
Otro ejemplo
EL SEÑOR P. frisa los 35 años, estuvo trabajando en los Estados Unidos algún tiempo, pero se cansó del papel de empleado, así fuera con mejor paga que en México, regresó a Oaxaca a pesar de no saber hacer “nada”, como él autodefine su situación.
LLEGÓ con un poco de ahorro y pensó qué haría esta vez; se puso a podar árboles, algo que no sabía hacer.
-Aprendí sobre la marcha- comenta -ofreciendo a la gente hacerlo hasta sin costo y después, ya haciendo mejores cortes cobré, me di cuenta que para la gente era un problema quedarse con las hojas y ramas cortadas.
-TUVE más trabajo, contraté ayudantes y hasta una empresa grande me dio a podar sus árboles, pero tenía un problema; yo no facturaba y ese cliente importante se consiguió una empresa que sí lo hacía, fue una pérdida importante para mí- me cuenta el señor P.
-Entonces me di de alta en Hacienda, abrí mi cuenta bancaria, acudí con un contador que llevara mis declaraciones. Pronto otro cliente me dio un centenar de árboles para podar, desde entonces me ha ido mejor y ya no me doy abasto con tanto trabajo a pesar de los empleados con que ahora cuento-.
Al señor P. Ahora lo llaman de otras localidades como Huatulco, a donde acude a trabajar y de paso se lleva a su familia y factura todos los gastos del viaje y los deduce de impuestos. Perder un gran cliente le hizo entender que la economía formal, siempre le traerá más beneficios que complicaciones.
LOS OFICIOS de todo tipo: herrería, plomería, electricidad, están llenos de oportunidades de ingresar a la economía formal y crecer pero sus integrantes no lo ven y el gobierno, el principal interesado en promover la formalización, no lo incentiva o siquiera lo promueve.
UN PINTOR (de brocha gorda) en 2006, con las pintas de la APPO y de los belicosos maestros en contra del ulisismo, fue contratado primero de manera informal para ir borrando las pintas insultantes contra URO, pronto fue tanto el trabajo que le solicitaban que el gobierno lo obligó a facturar o ya no podrían usar más de sus servicios (las protestas obligaban a borrar diariamente las pintas por todos lados). Poco a poco, le fueron pidiendo, plomería, albañilería, electricidad, herrería y demás. Fue contratando a maestros de este tipo de oficios. Hoy ese pintor tiene una gran constructora.
