El discurso oficial de rescate y recuperación de espacios públicos impulsado por la actual administración parece no haber florecido en todos los rincones de la ciudad. Mientras algunos parques y jardines fueron renovados bajo el programa Flores de la Primavera, las canchas, ciclovías y zonas de juego en las riberas del Río Atoyac han quedado en el olvido.
Este abandono no es menor si se considera que la falta de actividad física es un problema creciente en Oaxaca. Según la última Encuesta Nacional de Salud y Nutrición del Inegi, la inactividad física en niños ha aumentado un 68%, mientras que en adultos mayores de 20 años el porcentaje alcanza el 70%.
A dos años del inicio de la Primavera Oaxaqueña, el gobierno estatal ha presumido la recuperación de gimnasios al aire libre, colocación de juegos infantiles y remodelación de canchas deportivas en distintas zonas de la ciudad, como San Martín Mexicapan, Candiani y Trinidad de las Huertas. Además, la administración inauguró a finales de 2024 el Parque Primavera Oaxaqueña, su obra insignia.
Sin embargo, estos proyectos han dejado a su suerte a otras áreas que también requerían atención. Tal es el caso de las riberas del Río Atoyac, donde recientemente fueron removidos los gimnasios al aire libre sin explicación alguna, dejando atrás escombros, basura y estructuras inservibles.
Las canchas deportivas de la avenida Manuel Gómez Morín, que se extienden desde el puente Valerio Trujano hasta el puente del Tecnológico, carecen de mantenimiento, iluminación y seguridad. En la zona aún sobrevive la única cancha de voleibol playero de la capital, aunque en condiciones lamentables: sucia, con enrejados rotos y baños inservibles. La cancha de baby futbol enfrenta el mismo deterioro, y en la zona de juegos infantiles solo quedan los marcos oxidados de lo que alguna vez fueron columpios.
Deporte y seguridad en crisis
Más allá del abandono de infraestructura, la inseguridad en la zona ha ahuyentado a muchos ciudadanos que solían hacer ejercicio en las riberas del río.
Josué Méndez, un habitante del fraccionamiento Las Campanas, ha sido testigo de la decadencia del lugar. “Llevo más de 20 años corriendo aquí, pero ahora solo lo hago dos o tres veces por semana y solo en las mañanas. Después de las 6 de la tarde está muy oscuro y hay muchos indigentes viviendo en la zona. Ya me asaltaron una vez y no me arriesgo”, comenta.
La ciclovía y el área destinada para trotar apenas se mantienen gracias a su piso natural, pero el delimitador del carril está en malas condiciones en varios tramos. A esto se suma la falta de iluminación, un factor que desalienta a quienes desean hacer ejercicio en las noches. Aunque algunas canchas de básquetbol y fútbol en el circuito interior fueron iluminadas, el resto del espacio permanece en penumbras.
Mientras el Parque Primavera Oaxaqueña se posiciona como una opción recreativa para algunas colonias, quienes solían ejercitarse en el río Atoyac siguen esperando respuestas.