Luis Gustavo Bacilo Zúñiga, joven de 24 años, originario de El Encinal, agencia perteneciente a San Juan Guichicovi, en la región del Istmo de Tehuantepec, murió en cumplimiento de su deber como miembro de las Fuerzas Especiales del Ejército Mexicano.
El trágico suceso ocurrió durante un operativo en los límites de los estados de Michoacán y Jalisco. Zona marcada por una creciente disputa entre grupos del crimen organizado y presencia de artefactos explosivos improvisados (minas antipersona). En el mismo incidente, cinco militares más perdieron la vida.
Una despedida que duele pero honra
El cuerpo del joven fue recibido en su comunidad con honores militares. En medio del luto, la banda de guerra, sus compañeros del Ejército, su esposa, su bebé y demás familiares, participaron en un emotivo acto de despedida que conmovió a todo el pueblo.
Los habitantes de El Encinal acompañaron el cortejo fúnebre y expresaron orgullo por su valor. Sin embargo, también dejaron ver la frustración e impotencia que genera la pérdida de vidas jóvenes en conflictos que, para muchos, están mal definidos o no resuelven los problemas de fondo del país.
¿Por qué mueren jóvenes en estas guerras invisibles?
La muerte de Luis Gustavo reabre el debate sobre el alto costo humano de la militarización del país y la participación de las fuerzas armadas en tareas que, originalmente, no les corresponden. La estrategia de seguridad actual ha intensificado los enfrentamientos en zonas rurales del país, sin lograr resultados sostenibles.
Especialistas en la materia y defensores de los Derecho Humanos han advertido sobre el creciente uso de explosivos artesanales por parte del crimen organizado y la falta de protocolos adecuados para proteger a los elementos del Ejército en zonas de conflicto.
Finalmente, Luis Gustavo Bacilo no solo era un militar; era hijo, esposo y padre. Su comunidad lo recuerda como un joven humilde, decidido, y profundamente comprometido con su país. Hoy su nombre se suma a una lista que crece silenciosamente, mientras los responsables del conflicto permanecen en la sombra.