A través de la lectura dramatizada del guion del cortometraje “No somos diablas”, ocho mujeres de la comunidad de El Ciruelo, Pinotepa Nacional, expresan sus vivencias, sus sentires y anhelos. Unidas por la amistad y el baile, ya sea porque se han abierto camino en la Danza de los Diablos o por la convivencia en los bailes y fiestas de su población, las adolescentes y jóvenes afrodescendientes también comparten historias familiares en este proyecto coordinado por la dramaturga Sonia Gregorio y el cineasta Balam Toscano.
Este miércoles, el grupo presentará avances del proyecto en la residencia Poco a Poco, en la ciudad de Oaxaca, y se encaminará a la filmación del cortometraje en su comunidad de origen. El objetivo es que la producción cinematográfica pueda estrenarse en enero del próximo año.
Sonia Gregorio, actriz y dramaturga, cuenta que este proyecto cinematográfico y de artes escénicas “tiene que ver con la amistad y el placer por bailar” de ocho mujeres de entre 15 y 18 años de edad. Aunque también se abordan otros temas como la familia y la migración.

Sin embargo, uno de los ejes del proyecto es el cuestionar por qué las mujeres tienen poca o nula participación en danzas representativas de la costa chica de Oaxaca, entre ellas la Danza de los Diablos o la del Toro de Petate.
“Vamos a presentar un fragmento que es como una lectura dramatizada del guion y presentaremos una pieza performática en la que mezclamos las danzas tradicionales y una crítica en torno a por qué las mujeres no tienen una participación en la danza tradicional en la costa chica de Oaxaca”.
En esta producción participan las adolescentes y jóvenes: Leydiana Castañeda Juárez, Alexa Lisanea Mayrén Rodríguez “Chana”, Joselín González Torres “Catalina”, Iveth Milagros Chora Mayrén, Litzy Zárate Rodríguez, Elena Ávila Torres Darnet Salinas López “Darny” y Génesis Pauleth Castañeda Juárez.
El proyecto cinematográfico y de artes escénicas comenzó en este año con talleres de escritura, danza y teatro en El Ciruelo, una de las poblaciones afromexicanas del estado, y ha continuado en los últimos días con una residencia en el espacio Poco a Poco. Además de que ha contado con la colaboración de talleristas Sacnite Rodríguez, Verónica -La muy fiera y Natali Vázquez.
Más allá de los temas del proyecto, Sonia detalla que también se busca mostrar que las participantes son más que danzantes o parte del folclor que caracteriza a esta comunidad. “Ellas son mucho más que eso porque no solamente bailan danza tradicional, bailan otras cosas y tienen una relación muy íntima con el baile”.