El año 2025 traerá consigo un incremento en el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), lo que impactará los precios de diversos productos y servicios, incluyendo combustibles, cigarrillos, bebidas azucaradas, alimentos procesados y bebidas alcohólicas. Estos ajustes, programados para entrar en vigor el 1 de enero, plantean desafíos para los consumidores, quienes deberán enfrentar una cuesta de enero más severa.
¿CÓMO AFECTA EL IEPS A LOS CONSUMIDORES?
El IEPS es un gravamen indirecto aplicado a la venta e importación de determinados bienes y servicios. Implementado en 1980, este impuesto se utiliza tanto para generar ingresos fiscales como para regular sectores que incluyen productos considerados dañinos para la salud.
Según el Servicio de Administración Tributaria (SAT), el IEPS se ajusta cada año en función de la inflación. Para 2025, el aumento será del 4.5%, conforme al Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP). Aunque este impuesto no es pagado directamente por los consumidores, su impacto se refleja en precios más altos, ya que las empresas trasladan el costo al público.
Incremento en el costo de combustibles
Uno de los sectores más afectados por el ajuste será el de los combustibles. Se prevén los siguientes incrementos:
- Magna: 6.4 pesos por litro (un alza de 28 centavos respecto a 2024).
- Premium: 5.4 pesos por litro (23 centavos más).
- Diésel: 7 pesos por litro (28 centavos adicionales).
Aunque estos precios aún deben ser confirmados en el Diario Oficial de la Federación (DOF), el aumento proyectado representará un golpe significativo para quienes dependen del uso de combustibles en actividades diarias o laborales.
ALGUNOS PRODUCTOS QUE TAMBIÉN SUBIRÁN DE PRECIO
El ajuste al IEPS no solo afectará a los combustibles; otros artículos gravados también tendrán incrementos en sus precios. Entre ellos se encuentran:
- Bebidas alcohólicas.
- Cigarros y productos de tabaco.
- Refrescos y otras bebidas azucaradas.
- Alimentos procesados como botanas y dulces.
Este incremento podría generar un efecto en cadena, encareciendo productos de consumo cotidiano y golpeando especialmente a los sectores más vulnerables de la población.