Petróleos Mexicanos (Pemex) continúa enfrentando serios problemas financieros, revelando recientemente un adeudo total de 126 mil millones de pesos con al menos siete empresas contratistas. Esta situación ha llevado a los proveedores a implementar estrategias de financiamiento para poder operar y desarrollar proyectos, a pesar de la falta de pagos.
DETALLES DEL ADEUDO
Entre las empresas afectadas se encuentran:
Opex Perforadora: 10,563 millones de pesos.
Cotemar: 6,555 millones de pesos.
Typhon Offshore: 5,581 millones de pesos.
Constructora y Perforadora Latina: 3,226 millones de pesos.
Hokchy Energy: 1,188 millones de pesos.
Microsoft: 240 millones de pesos.
Dowell Schlumberger de México: 36 millones de pesos.
Este escenario ha puesto a los proveedores en una situación complicada, obligándolos a buscar alternativas para mantener su operatividad en un contexto de incertidumbre.
ESTRATEGIAS DE PROVEEDORES
Por ejemplo, Cotemar, que ofrece soluciones integrales para la exploración y producción costa afuera, tiene un adeudo significativo de 6,555 millones de pesos. Su superintendente de desarrollo de contratos, Héctor Ávila, comentó: “Llevamos 45 años en México, y nuestro compromiso con el sector petrolero es fuerte. Hemos establecido estrategias positivas para mantener nuestra permanencia en el país”.
Ávila también destacó la importancia de implementar incentivos fiscales que estimulen nuevas inversiones, especialmente en el contexto de la transición energética.
En el caso de Opex Perforadora, el gerente de proyectos, César Berdugo, manifestó confianza en que Pemex cumplirá con sus obligaciones de pago. Opex ha sido fundamental para la perforación de más de 120 pozos y cuenta con más de 5,000 empleados, contribuyendo significativamente a la producción de petróleo en el país.
IMPACTO EN EL SECTOR ENERGÉTICO
El impacto de estas deudas no solo afecta a las empresas proveedoras, sino que también pone en riesgo la producción de petróleo en México. Con la caída de la refinación a mínimos históricos y la necesidad de una mayor coordinación entre las entidades del sector energético, la situación exige una atención urgente.
Los analistas coinciden en que Pemex necesita adoptar un enfoque más proactivo para abordar sus problemas financieros y garantizar la sostenibilidad de sus operaciones y las de sus contratistas. Esto podría incluir la reestructuración de deudas y la mejora en la gestión de proyectos para optimizar recursos y cumplir con los compromisos adquiridos.
La crisis de deuda de Pemex con sus proveedores subraya la urgencia de una reforma integral en el sector energético. Sin acciones decisivas, no solo se comprometen las operaciones de la petrolera, sino también el futuro de numerosas empresas que dependen de su solvencia. La coordinación entre el gobierno y las empresas es esencial para fomentar un entorno que permita la inversión y el crecimiento sostenido en un sector crucial para la economía mexicana.