Tiene 19 años y decidió emprender en el oficio de la panadería apenas en 2023. Ella es Galia Cruz Figueroa, una joven estudiante de preparatoria abierta que a su corta edad sabe del esfuerzo, la solidaridad y la empatía.
La joven originaria de Oaxaca de Juárez incursionó en el oficio hace un año para conocer de esta labor como un pasatiempo; ahora representa un trabajo que le permite obtener ingresos en apoyo a su hermano que padece leucemia.
Galia aprendió a hacer pan en un taller que debió suspender momentáneamente por la enfermedad de su hermano de 17 años de edad, que recibe atención en el Hospital de la Niñez Oaxaqueña con diagnóstico de Leucemia Linfoblástica Aguda de Alto riesgo.
La elaboración del pan suele hacerla los fines de semana o cuando hay pedidos de familiares, amigos o conocidos, mientras su padre le apoya en la venta sin un puesto fijo.
Galia y su padre, Franco Iván Cruz Jiménez, recuerdan aquel día de febrero de 2023 cuando a Gael le detectaron la leucemia, luego de una serie de estudios que exigieron su ingreso inmediato al nosocomio por el avance de la enfermedad.
Mientras prepara el pan en su vivienda, donde ya pudo adquirir un horno y una batidora, Galia expresa que Gael empezaba a dormir mucho y a agitarse, con un color amarillo en su piel que advertía que “algo no andaba bien”.
Después de acudir con un médico particular y pagar estudios de laboratorio, Gael fue transferido al Hospital de la Niñez donde fue internado por algún tiempo y donde le informaron de un tratamiento de 120 semanas de quimioterapias.
Al inicio del diagnóstico, la familia tuvo que pagar poco más de 8 mil pesos por un estudio de médula en un laboratorio privado, mientras que por una biopsia y envío de muestras erogaron al menos 4 mil pesos.
Al ingresar al Hospital de la Niñez, señala el padre, no se generaron más gastos de este tipo, pero sí se tiene una deuda de 74 donadores, porque Gael requiere plaquetas y transfusiones de sangre de manera constante.

A la fecha Gael lleva 64 semanas de quimioterapias, con un diagnóstico estable que le permite continuar sus estudios de preparatoria y prepararse para ingresar el próximo año a la carrera de fisioterapia.
El comerciante y padre de familia asegura que no se necesita ver mal al enfermo para poder ayudar, porque desde el diagnóstico han contado con el respaldo de amigos y familiares, así como de nuevas formas de emprender para salir adelante.
Cuando requieren ir al hospital se suspende el día del trabajo y no hay ingresos, pero buscan recuperarlos después con la venta del pan de Galia, el apoyo de la madre de Gael y los distintos oficios que emprende el padre para lograr más recursos.
Aunque ahora hay bajas ventas, Galia y Franco esperan un mejor escenario en los últimos días de octubre y primeros de noviembre con la celebración del Día de muertos, por los cuales ya cuentan con algunos pedidos.
Para hacer el pan, Galia se pone un uniforme, un mandil y un gorro para iniciar con el proceso, por el cual ya tiene listos los huevos, la harina, el azúcar y otros ingredientes, cuya mezcla requiere de fuerza y disciplina.
De lo que inició con un interés por aprender del oficio a su corta edad, ahora se convierte en un apoyo familiar y un emprendimiento que crece poco a poco.
Galia es testigo de los traslados que deben hacer sus padres con Gael hasta el Hospital de la Mujer y el Niño Oaxaqueño en San Raymundo Jalpan, donde reciben atención mientras se reabre el servicio en el Hospital de la Niñez Oaxaqueña, luego de que fuera inundado en junio de este año.
Tanto padre e hija tienen en claro que el esfuerzo y el trabajo son la clave para ganarse el dinero y apoyarse entre ellos ante las dificultades. Para quienes deseen apoyar con pedidos a la familia Cruz, pueden solicitar informes al teléfono 951 226 05 31.