Más allá de los escenarios para el izamiento de bandera o el programa oficial, los adornos y motivos instalados por el Gobierno del Estado, en el centro de la ciudad de Oaxaca el fervor patrio se ha esfumado. Este domingo, y desde hace varios días, ya no se encontraban los puestos de venta de artículos alusivos a los festejos patrios.
Aquellos puestos temporales que en cada esquina cercana al zócalo ofrecían desde banderas, maracas, moños y hasta vestimenta característica de las fechas parecían haber desaparecido sin dejar un solo rastro.
Aún falta la conmemoración del 203 aniversario de la consumación de la Guerra de Independencia, que será el 27 de septiembre, pero en las calles solamente permanecen las banderas de escarcha colgadas de las luminarias públicas.
Ese es el ambiente que se observaba la tarde de este domingo por la calle Macedonio Alcalá, de las más transitadas por locales y visitantes. Entre la multitud, las banderas pasaban desapercibidas, casi como lo han estado diversas placas o espacios que recuerdan este proceso por el que la entonces Nueva España dejó de estar bajo el poder de la llamada “madre patria”: España.
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En el Palacio de Gobierno, los trabajos de rehabilitación de las jardineras fueron una especie de regreso a la normalidad que imperaba antes de la ceremonia del Grito de Independencia y del desfile cívico-militar. El tapiado de madera nuevamente se hizo parte del paisaje en el Zócalo. Las placas de madera para estos trabajos también dejaron casi invisible al quiosco que también lucía o luce adornos tricolores.
En la sede el Poder Ejecutivo del estado, el Palacio de Gobierno, permanecen también los pendones con imágenes de las y los héroes de la Independencia, algunas banderas en los balcones y una principal.
El plástico picado en las calles cercanas aún recuerda que septiembre es conocido como el mes patrio, pero la novedad de los monos de calenda y la emoción por tomarse fotos con ellos como si de las y los héroes se tratara ha desaparecido.
En el centro de la capital oaxaqueña, pocos negocios son los que tienen alguna bandera en alusión a los festejos patrios. El fervor que parecía estar en los rostros de quienes se tomaban la foto en los arcos de escarcha y con los monos de calenda que evocaban a Hidalgo ha desaparecido.