Los transportistas que transitan por las carreteras de la Mixteca viven una verdadera pesadilla. Acechados por asaltantes que los despojan de sus mercancías, estos trabajadores enfrentan no solo pérdidas económicas significativas, sino también el riesgo constante de perder sus vidas. La situación ha generado un clima de alarma y desesperación entre quienes deben recorrer estas rutas para ganarse la vida.
EXPERIENCIA INGRATA
Recientemente, en redes sociales, se compartió una experiencia aterradora que vivieron conductores de vehículos de carga en la Carretera Federal 190. Estos profesionales estuvieron a punto de ser asaltados por sujetos desconocidos. Con ello, aumentando aún más la sensación de inseguridad en la región.
“A las 12:30 de la tarde del martes, los conductores de los tres camiones cargados de abarrotes, que circulaban sobre la carretera federal 190 Huajuapan-Acatlán de Osorio, Puebla, se dieron cuenta que, a la altura de Zapotitlán Palmas, una camioneta en color blanco, los empezó a seguir”, narraron las víctimas.
Luego, la situación se tornó más preocupante cuando ingresaron a la vía Libramiento Norte. Donde notaron que la misma unidad, una Chevrolet tipo Express, continuaba detrás de ellos.
Ante el temor de un inminente asalto, los conductores reportaron lo ocurrido al número de emergencia 911. Afortunadamente, elementos de la Policía Municipal respondieron rápidamente al llamado.
“Los uniformados al saber lo ocurrido escoltaron a los camiones hasta la zona conocida como las Curvas del Mono, de la vía federal 190 Huajuapan-Oaxaca”, detallaron las autoridades.
Este incidente es solo uno de muchos que ocurren con frecuencia en la Mixteca, afectando no solo a los transportistas, sino también a la economía local. Los comerciantes enfrentan grandes pérdidas debido a los robos, y la inseguridad ha llegado a tal punto que muchos transportistas han sido asesinados.
EXIGEN MAYOR SEGUIRIDAD
Es por ello que, la comunidad exige mayor seguridad en las carreteras y un incremento en las patrullas de vigilancia para proteger a quienes deben transitar por estas rutas. La inseguridad no solo pone en riesgo la vida de los transportistas, sino que también amenaza el sustento de sus familias y la estabilidad económica de la región.
Finalmente, es imperativo que las autoridades tomen medidas drásticas y efectivas para combatir esta ola de violencia y garantizar la seguridad de todos los que transitan por las carreteras de la Mixteca. Mientras tanto, los transportistas y comerciantes continuarán viviendo con el “Dios en la boca”. Esperando que la próxima vez no sean ellos las víctimas de un asalto.
