La temporada de calor aumenta la presencia de serpientes y el riesgo de mordeduras sobre todo en los campos de cultivo, por lo cual en Oaxaca se han dado 54 atenciones en unidades de salud, con mayor incidencia en hombres.
Del total de mordeduras en lo que va del año, 10 han sido por cascabel y dos por serpiente coral, mientras que el resto por diferentes tipos de serpientes; de estas, 37 han sido en el género masculino.
En mordedura por serpiente de cascabel con 10 casos, Oaxaca ocupa el primer lugar en el país, seguido de Nuevo León con 10, Jalisco con siete, Durango con seis, así como Chiapas y Sonora con igual número.
En mordedura por serpiente coral Oaxaca ocupa el tercer lugar con dos casos, apenas por debajo de Puebla con ocho y Veracruz con cuatro. El estado es uno de los únicos 10 en el país en presentar casos.
Mientras, en el acumulado de mordeduras por otras serpientes, Veracruz ocupa el primer lugar, seguido de Oaxaca con 42, Chiapas con 27, San Luis Potosí con 26, Hidalgo con 11 y Yucatán con nueve.
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De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), las mordeduras de serpientes son un problema de salud pública desatendido en muchos países tropicales y subtropicales. La mayoría de los casos se dan en África, América Latina y Asia, con mayor incidencia en lugares con altas temperaturas.
La organización expone que la mordedura de una serpiente venenosa puede provocar una emergencia médica aguda que acarree una parálisis grave y la consiguiente parada respiratoria, trastornos hemorrágicos potencialmente mortales o una insuficiencia renal irreversible.
Además, puede destruir tejidos a nivel local que puede derivar en una discapacidad permanente y hacer necesaria la amputación de una extremidad. “Los efectos pueden ser más graves y más rápidos en los niños que en los adultos, dado que tienen menos masa corporal”.
