Ser asustados por los perros que resguardan los domicilios o las calles, tener que buscar al destinatario porque en el sobre solamente aparece el nombre de la vialidad, pero no el número, son parte del día a día de los carteros. Sergio Ángel Pérez y Francisco Martínez Herrera lo confirman, pues con 23 y 32 años de servicio, respectivamente, lo han vivido. Pero como estas anécdotas, el conocer a muchas personas es parte de su labor. Incluso, hace varios años, su llegada con una carta daba alegría a quien la recibía.
Los tiempos han cambiado y aunque de vez en cuando reparten alguna postal o carta, su trabajo sigue vigente. Ya sea para entregar los estados de cuenta o los recibos del servicio de electricidad.
Sergio y Francisco son dos de los 40 carteros que laboran en el Centro de Reparto Alameda, ubicado en el centro histórico de la ciudad de Oaxaca. Cada día, a bordo de bicicletas o motocicletas, salen para entregar la correspondencia.
“Es una labor muy bonita porque convive y se relaciona uno con muchas personas. La labor que hacemos es separar la correspondencia por rutas o rumbos y de ahí compaginarlas para ir a nuestra zona de reparto”, explica Sergio, uno de los carteros cuya ruta está en el centro de la ciudad y por lo que aún se desplaza en bicicleta.
Francisco Martínez Herrera se ha desempeñado como cartero desde sus 20 años de edad, primero en una oficina en San Juan Bautista Tuxtepec y después en la ciudad de Oaxaca. Hace unos años que su sede laboral es el centro de reparto Alameda, en el corazón de la capital.
“El trabajo me gusta mucho, es mi vida, de aquí he sacado adelante a mis hijos y familia”, cuenta quien a sus 52 años de edad ha pasado la mayor parte en esta labor. Al inicio se desplazaba en bicicleta, un medio con el cual recorría entre 30 y hasta 40 kilómetros diariamente. Hace unos años que se mueve en motocicleta, debido a que las rutas son más largas o complicadas.
Los cambios en la comunicación
Tanto Sergio como Francisco saben que los cambios en la comunicación han dejado casi en desuso las cartas. Aun así, ellos siguen entregando correspondencias, principalmente estados de cuenta de instituciones bancarias y, en los últimos años, recibos del servicio eléctrico.
“Ahorita con la tecnología, que ha evolucionado, mucha gente ya no manda cartas. Mandas un mensaje y de volada llega. En Navidad enviaban muchas cartas y se emocionaba la gente al recibir una carta de sus amistades y familiares”, recuerda Francisco sobre lo que hasta hace 20 años era el eje principal del servicio postal.
“Hasta nos daban jornadas, trabajábamos sábados y domingos porque no nos dábamos abasto para repartir tanta correspondencia, tanto tarjetas navideñas, cartas y postales”.
Irving Ortega, jefe del centro de reparto, explica que labor de los carteros y empleados postales sigue siendo fundamental en el estado de Oaxaca, especialmente en la zona metropolitana.
En este centro laboran 51 personas, además de otras 15 que están en otra sede adjunta (el centro de atención al público). Sin embargo, son oficinas independientes. En el centro de reparto, hay 40 carteros y 11 empleados auxiliares. Solo entre estos últimos hay cuatro mujeres. Ortega recuerda que hasta hace unos tres años se jubiló la última cartera.
Así como la evolución en las comunicaciones, el jefe del centro expone que la mitad de la flotilla de motocicletas se ha renovado en los últimos meses para las 30 rutas que se cubren con este medio. Lo mismo está pasando con las bicicletas que se emplean para el resto de las rutas.
