Con 10 meses al frente de gobierno de Oaxaca, Salomón Jara ocupa la posición 14 de entre la evaluación de los 32 gobernadores del país, de acuerdo con una encuesta de Ranking Mitofsky de los gobernadores y gobernadoras de México realizado para el diario nacional, el Economista y difundida el jueves.
Salomón Jara, que tomó posesión el 1 de diciembre, arrancó con una aprobación de 49.5% y ha observado altibajos en la percepción de la ciudadanía impactada por su forma de gobernar; en febrero alcanzó el tope, con 53% de aval ciudadano en donde, sin duda formó parte de la Luna de Miel con la ciudadanía; sin embargo, en lo que va de 2023 no ha bajado del 50% de aprobación.
En septiembre tiene una aceptación de 51.5%, por detrás del 59.1% que muestra Andrés Manuel López Obrador. Entre agosto y el mes pasado Jara subió 4 escaños al pasar del lugar 18 que detentaba en agosto con 50.4 y avanzar 1.1 puntos porcentuales, lugar 14. Está dentro del promedio de calificación de los gobernadores del país quienes, en septiembre, muestran una aceptación de 51.6%, incluyendo morenistas como de otros signos políticos.
De acuerdo con el análisis de Mitofsky, 26 de los 32 registraron alzas en su aprobación promedio entre agosto y septiembre; cuatro registraron bajas, uno se mantuvo igual y uno más, Delfina Gómez, es su primera evaluación, la cual alcanzó el 49. por ciento. Jara estuvo entre los 26 que aumentaron la aceptación ciudadana.
Hasta el momento Salomón no ha afrontado un gran problema para su administración. Mimetizado en el discurso de Palacio Nacional, con gestos, giros lingüísticos ensayados, se ha beneficiado del manto protector de la sombra presidencial. Incluso, ha sido beneficiado por las constantes visitas de López Obrador a Oaxaca, principalmente al Istmo de Tehuantepec, a donde ha llegado a supervisar las obras del Corredor Transístmico, cuyo tren ya tiene fecha de inauguración para el viernes 22 de diciembre.
Salomón supera la aprobación que tienen en conjunto los gobernadores morenistas, que muestran una media de aceptación de 49.5% de la ciudadanía, con lo que el oaxaqueño está 2 puntos porcentuales por arriba que sus compañeros de partido. Sin embargo, el grupo de gobernadores de partidos operadores a Morena cuentan con una anuencia de 53.7%, con lo cual los morenistas, siempre con la opinión ciudadana, están peor evaluados que los priistas, convergentes o panistas, que los superan significativamente.
Esta puede ser una señal de advertencia para el bloque oficial.
La aprobación de Salomón es similar a la que tienen los gobernadores de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, y Samuel García, de Nuevo León, quien es alentado desde palacio nacional para ser abanderado de Movimiento Ciudadano a la Presidencia de la República y, con ello, dividir el voto opositor y dinamitar al Frente Amplio por México, que ahora encabeza Xóchitl Gálvez.
Jara Cruz no está entre los gobernadores morenistas mejor evaluados. Entre los oaxaqueños, el 44.6% rechazan su gestión y un reducido espectro del 3.9% no sabe o no quiso expresar su opinión sobre la naciente gestión del nacido en San Melchor Betaza. La aprobación de la presente administración ha ido de menos a más.
A pesar de la Guelaguetza, de julio a agosto la evaluación de Salomón cayó 1.3 puntos porcentuales, quizá impactado por las pifias de sus colaboradores durante la Fiesta de todos los oaxaqueños, como el caso de Saymi Pineda, cuyos desplantes e incapacidad, impactaron en el ánimo de los oaxaqueños, celosos del respeto a sus tradiciones y su cultura, lo que no preocupa a la impreparada e inculta persona que cobra como secretaria de Turismo.
Jara luce mejores números que, por ejemplo, al servil y exhibicionista gobernadora de Campeche, Layda Sansores, la juanita Evelyn Salgado, que firma en lugar de su padre Félix Salgado o se lleva de calle al exfutbolista Cuauhtémoc Blanco; sin embargo, está por debajo de los panistas Mauricio Vila, de Yucatán, o Mauricio Kuri, de Querétaro.
Difícilmente se verán grandes cambios en el ánimo de los oaxaqueños durante los siguientes meses; la crisis de la basura (aunque dicen que no le corresponde), la inseguridad, la violencia, la incapacidad de su “gabinetazo” no le han pasado la factura al gobernador y, sin duda, se verá beneficiado por la apertura de la súper carretera a la Costa y el tren Interoceánico.
Sin embargo, más adelante esto deberá ser avalado con verdadero trabajo, mayor inversión, medidas efectivas contra la delincuencia dado que 3 de cada 4 oaxaqueños se sienten inseguros en el estado y, sobre todo, dejar a un lado la permanente campaña electoral. Esto último lo vemos muy difícil, dado que es el gran distractor y es lo que ha rendido frutos al morenismo ante un electorado hipnotizado.
LA TRAGEDIA
Varias dudas surgen de la tragedia vivida ayer por el fallecimiento del director de la Comisión Estatal del Agua para el Bienestar, Raciel Cabrera y la funcionaria de la institución, Lilia Monserrat Flores Gabriel, quien de acuerdo con el directorio de la dependencia, era jefa de la Unidad de Operación y Mantenimiento.
Primero, se trasladaban a un evento del gobernador que se realizaba en Chazumbla ¿No viajan en caravana los funcionarios a los eventos de gobierno? De acuerdo con los boletines de prensa, hay un inusual movimiento de funcionarios entregando recursos, un millón aquí, dos allá, cuatro millones más acá ¿cómo se coordina la visita a diversos lugares y regiones?
Espinazo del Diablo, ya se imaginará querida lectora-lector el lugar en que sucedió el accidente, pero, ¿no se toman medidas precautorias para, por ejemplo, si alguien no arriba en el tiempo estipulado?
¿Por qué transcurrió tanto tiempo entre el accidente y la localización de la mujer que sobrevivió? Que tal que ese espacio hubiera sido vital para que sobreviviera. ¿No lo sería para el director y la funcionaria fallecida?
Muchos funcionarios, muy al estilo morenista, viajan en grupo y hasta con guaruras; usan choferes experimentados, más ante lo agreste y el mal estado de los caminos en Oaxaca ¿ellos por qué no?
Boquete al grupo del Frente Único de Comunidades Oaxaqueñas de peso en el gobierno jarista.
