Escuela de manejo embriaga a alumnos para mostrarles los riesgos de conducir en estado de ebriedad
Este controvertido método, respaldado por la policía local, tiene como objetivo brindar a los conductores una experiencia directa de las dificultades y peligros de manejar en estado de ebriedad.
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En un esfuerzo por mostrar los peligros de conducir bajo la influencia del alcohol, una escuela de manejo en Japón ha implementado una iniciativa única: permitir que sus estudiantes consuman alcohol y luego intenten manejar. Este controvertido método, respaldado por la policía local, tiene como objetivo brindar a los conductores una experiencia directa de las dificultades y peligros de manejar en estado de ebriedad.
La campaña se lleva a cabo en la ciudad de Chikushino, en la prefectura de Fukuoka, y se originó después de un trágico accidente ocurrido hace 17 años. En el incidente, tres niños perdieron la vida debido a un conductor ebrio.
Los estudiantes que participan en el programa son invitados a consumir una lata de cerveza, una copa de vino y una de licor, una hora antes de enfrentarse al volante. Luego, intentan navegar por un circuito con obstáculos y curvas, siempre bajo la supervisión de un instructor sobrio.
Según el periódico The Guardian, el experimento inicial involucró a dos reporteros de Chikushino. Uno de ellos bebió la cantidad estipulada de alcohol y luego intentó conducir, mientras el otro lo acompañaba como copiloto para observar cualquier cambio en la conducción. A pesar de sentirse capaz de manejar, el conductor ebrio experimentó síntomas notables como pulso acelerado, manos frías y enrojecimiento facial. Durante el trayecto, mostró una conducción errática, acelerando y frenando de manera inconsistente en un tramo recto y llegando a desviarse hacia el carril contrario.
La iniciativa, aunque polémica, busca reforzar el mensaje sobre los riesgos de conducir bajo los efectos del alcohol, y cómo la percepción de la capacidad de conducción puede ser errónea después del consumo. La esperanza es que al ofrecer una experiencia realista, los conductores jóvenes sean más conscientes y tomen decisiones más seguras en el futuro.