No, no entendimos la lección y, como parece, tampoco los funcionarios estatales o federales en su arrogancia están como para aprender de los errores. Apenas hace 17 días, la madrugada del 5 de julio un accidente carretero en la Mixteca dejó 27 muertos. Ayer la tragedia volvió a tocar a la puerta, esta vez con la volcadura de otro autobús en el perímetro de Nejapa de Madero, transitaba del Istmo de Tehuantepec hacia la capital: una mujer fallecida y decenas de heridos…No contaron con apoyo oficial, a saber de los testimonios.
El IMPARCIAL Televisión realizó un enlace con los sobrevivientes, en verdad no exageramos, sobrevivieron al accidente. Eran ya las 10:00 horas y poco más de una decena llegaba a la terminal de segunda clase. Un camionero de la misma línea que se accidentó fue a dejar el pasaje y regresó por ellos, señala una víctima. De los funcionarios, autoridades, representantes de la línea Fletes y Pasajes o la aseguradora, ni sus luces.
En las imágenes captadas por nuestro compañero Jesús Santiago se ve una veintena de personas, entre ellos niños, en una sala cualquiera de la terminal de la Central de Abasto. Ningún médico, vehículo de asistencia o algo o alguien que diera fe de que los afectados eran atendidos. Por la cámara cruza una mujer con uno de sus brazos entablillado, presuntamente fracturada, que debió salir y alejarse por sus propios medios. ¿Fue atendida, tendrá seguimiento a la evolución de los daños que sufrió? Lo dejamos al tiempo.
Seguramente los funcionarios de Protección Civil, de los SSO, de las policías estatales o municipales e, incluso de comunicación social le están mintiendo al gobernador a saber del comunicado de prensa liberado alrededor de las 9:23 horas donde se aseguraba que “se activó el protocolo de rescate en el accidente ocurrido en Nejapa de Madero, en el Distrito de Yautepec”.
Parte de las víctimas venían aún viajando, casi por sus propios medios, a la ciudad de Oaxaca, a pesar de lo aparatoso del accidente y de un fallecimiento. Ninguna fue atendida, nadie les preguntó de factibles daños. La tarjeta informativa, como es costumbre en los gobiernos, solo dio cuenta del recuento de datos de afectados. ¿Cuál protocolo?
En la terminal de segunda “alguien” de la empresa y presuntamente de la aseguradora solicitaron a los sobrevivientes, la mayoría gente humilde, que se retiraran. Comenzaban a llegar representantes de medios de comunicación y les urgía evitar que se difundieran testimonios, se desnudara la inacción de autoridades y la irresponsabilidad de Fletes y Pasajes. Ni aseguradora ni gobierno contactaron a las víctimas.
Son las 12:30, han transcurrido 10 horas después del accidente y 2:30 horas de que arribaron a la terminal de segunda los afectados y, otra vez, un comunicado da cuenta de “las órdenes giradas por el gobernador para atender a las personas heridas”. Se indica que algunos fueron llevados a diversos hospitales “10 fueron dadas de alta y 5 están en observación con mínimas afectaciones”.
A tres semanas aún hay deudos del accidente de Magdalena Peñasco sin que nadie del gobierno se acercaran a ellos. ¿Qué esperanza tienen los que “solo” resultaron heridos?
Pues alguien miente o dice verdades a medias. Los testimonios de los afectados que arribaron a la ciudad dan cuenta de la negligencia oficial y desatención. Sin conocer realmente el estado de salud ni realizado una valoración mínima quienes viajaron en ese autobús fueron “invitados” a abandonar las instalaciones de Fletes y Pasajes. No creemos que las víctimas hayan mentido.
Luego del accidente en la Mixteca funcionarios o instancias oficiales debieron activar acciones de vigilancia, preventivas, de revisión sobre la clase de vehículos que brindan el servicio público foráneo. Fletes y Pasajes ha estado siempre en el ojo del huracán por las anomalías cometidas como el sobrecupo del autobús (una mujer decía que viajaba de pie) las pésimas condiciones mecánicas de los autobuses; no hay supervisión o adiestramiento a los conductores (“venía como loco”, señalan testimonios).
Cuántas tragedias más se están gestando ahora mismo en las carreteras del estado. Cuántas se podrían evitar si se ponen a trabajar y no solo crean un mundo paralelo con versiones insostenibles en la realidad ¿Dónde está la SICT, Semovi, las autoridades policíacas? ¿Ninguno solicitó al gobierno federal supervisión de líneas con concesión federal que brindan el servicio de transporte foráneo?
O sea, nadie está haciendo su trabajo
IMPROVISACIÓN
Quizá menos dañino pero sí más visible es lo visto en CORTV que ¿dirige? Daniel Hernández Juárez, posición del PT. Durante el desfile de delegaciones, los encargados de conducir el programa dejaron ver su limitada cultura y el desconocimiento de lo oaxaqueño. ¿No hubo tiempo para preparar un discurso, adiestrar culturalmente a los encargados o allegarse de un experto que nos relatara lugares, hechos, anécdotas o particularidades de cada una de las delegaciones?
En una ocasión, por casi 20 minutos no hubo una sola mención, lo conductores quedaron en silencio. Si entendemos que el Desfile era visto en otros lugares del mundo, el espectador por lo menos merecía conocer cuál región se estaba presentado, su lengua, su cultura.
Es mucho pedir.
LA PLATAFORMA
Una plataforma fue la encargada de decir quién sí y quién no cubría la Guelaguetza para medios escritos u electrónicos. La cobertura se debió realizar arrumbados en las alturas. Los fotógrafos seleccionar tres, solo tres, piezas o bailables y bajar desde las alturas hasta el “pozo” y tomar sus placas; en el viaje de ida y vuelta, acompañados por empleados de comunicación social, como si fueran delincuentes.
El discurso oficial, las fotos publicadas, muchas tomadas de los boletines. Comunicación Social logró unificar las imágenes, el lenguaje fotográfico. Instrucción del argentino, a pesar de contar con colaboradores que han sido reporteros y por mucho tiempo afrontaron limitaciones oficiales.
Ahora hacen lo mismo y a las observaciones responden con soberbia.
A la libertad de expresión anteponen el discurso unívoco.
