Tan solo una semana después de que tomó protesta como regidor suplente del ex candidato Javier Villacaña Jiménez, el pasado 6 de enero, el actual concejal de medio ambiente y cambio climático solicitó licencia al cargo. Jesús Joaquín Galguera Gómez, de trayectoria empresarial y ajeno a la política, argumentó que sus ocupaciones le impedían ejercer la función.
Sin embargo, días después se arrepintió y decidió volver al cabildo. Aunque desde entonces su ausencia y la falta de propuestas han marcado su primer año como concejal priista del municipio de Oaxaca de Juárez.
Las recurrentes faltas e improductividad fueron señaladas recientemente por sus compañeros concejales: el edil Francisco Martínez Neri y el regidor de Obras y Desarrollo Urbano, Pável López Gómez.
Ante la problemática sobre el comercio “ambulante” o en vía pública, Martínez Neri dijo que es de preocuparse la ausencia de Galguera, pues “no viene” a las sesiones y su silla en el salón de cabildo ha estado prácticamente vacía. “Hay un pago, gratificación, hay pago de personal”.
A pesar de la nueva reglamentación del cuerpo colegiado, que ya castiga las faltas injustificadas, Galguera Gómez se ha ausentado de sus funciones. Como las y los demás regidores, Galguera percibe un sueldo bruto mensual de 36 mil 357.7 pesos. Esto permite calcular que tuvo como aguinaldo de 90 mil 892.5 pesos (sin descontar la retención del ISR).
Pero en todo el año, el concejal de medio ambiente y cambio climático se ha desvinculado de la problemática por la crisis de la basura. Y ante la urgencia de sanear los ríos Atoyac y Salado, incluso se demoró varios meses en emitir el dictamen para que el proyecto de la Secretaría de Medio Ambiente pudiera ejecutarse. Galguera tuvo el documento desde abril, pero este no logró aprobarse sino hasta octubre, solo que tras un punto de acuerdo propuesto por el presidente municipal.
De entre las 98 sesiones ordinarias, extraordinarias y solemnes realizadas por el actual cabildo, se estima que Galguera Gómez ha faltado a al menos 57. En la sesión 95, la de tipo solemne y con motivo del informe del primer año de gobierno, el concejal solo mencionó que no está interesado en la política. Pero que ha tratado de hacer su trabajo, aunque sus propuestas o dictámenes no se hayan aprobado.
Si bien mencionó proyectos como el censo del arbolado urbano y otro sobre adopción de parques, lamentó que ninguno se haya ejecutado a la fecha.
A excepción de esa intervención, no fue sino hasta en la sesión de cabildo del 15 de diciembre (en la 97) cuando el regidor de medio ambiente tomó la palabra. Y lo hizo para manifestar su rechazo a la autorización de permisos temporales para el comercio en vía pública.
Pero en esa misma sesión de cabildo, el regidor de Obras, Pável López, aludió a la ausencia del concejal. “Tenemos 97 sesiones, de las cuales regidores han faltado 56, más de la mitad, y eso tampoco se me hace justo porque se están recibiendo un presupuesto, y es de los que están ahí sentados”, apuntó, sin especificar nombres.
Aquí no podemos venir a escupir para arriba, aquí nos pagan, se devenga un salario, una dieta, y que es bastante buena, y también se nos da para asesores. Se nos paga para venir, para proponer, para venir a resolver. No nos demos golpes de pecho”, añadió López.
En la última sesión del año, la del 22 de diciembre, Galguera volvió a ausentarse. Para entonces, el señalamiento a sus faltas e improductividad vino de parte del presidente municipal.
