Por primera vez, desde el segundo trimestre de 2014, la economía mexicana logró un crecimiento del 3% anual. Aunque esto está lejos de la meta de crecimiento de 4.5% estimada por México, ¿Cómo Vamos?
La economía mexicana creció 0.6% durante el segundo trimestre de 2017, respecto al primer trimestre del año.
Las actividades terciarias fueron el motor de crecimiento, ya que el sector servicios creció 4.1% anual.
Mientras que los sectores primario y secundario se mantuvieron “casi estancados” comparados con el segundo trimestre de 2016. Crecieron sólo 0.9 y 0.5% anual, respectivamente.
Dentro de las actividades secundarias, la minería tuvo un crecimiento negativo por doceavo trimestre consecutivo. La caída en la actividad del sector fue de 8.5% respecto al segundo trimestre de 2016.
La generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos decreció 1.8% anual, mientras la construcción se mantuvo casi estancada, con un crecimiento del 0.4% anual.
La industria manufacturera, que representa casi una quinta parte del PIB nacional, fue la excepción de las actividades secundarias: preció 4% anual.
Respecto de las actividades terciarias, 7 de los 14 rubros que componen el sector de servicios tuvieron un crecimiento mayor a 4%. Destacan los servicios financieros y de seguros, con una expansión de 10% anual.
Los servicios de información y medios masivos crecieron 7.3% anual, y los servicios de alojamiento temporal y de preparación de alimentos y bebidas registraron un avance del 6.6% anual.
Los servicios con menor dinamismo fueron las actividades legislativas y gubernamentales, con un crecimiento de 0.2% anual; los servicios educativos, 0.9% anual; y los servicios inmobiliarios, 1.8% anual. Estos tres sectores representan más del 30% de las actividades terciarias.
La expansión de la economía mexicana ha sido mayor a la esperada a inicios de 2017. Sin embargo, para México, ¿Cómo Vamos?, debe impulsarse la inversión pública y privada en los sectores con mayor potencial productivo e implementar, de manera uniforme, reglas claras para que se invierta en el país y haya un crecimiento a tasas altas y sostenidas de la economía nacional.
