La talla en miniatura, la filigrana en plata, el barro policromado y la talla de madera son expresiones del arte popular de Oaxaca que el pasado mes de abril y en los primeros días de mayo fueron compartidas en Casarsa della Delizia, Venecia. La razón: el intercambio cultural México-Italia, organizado por la Asociación Friulana de Maestros del Arte Popular, en coordinación con el Museo Estatal de Arte Popular Oaxaca (MEAPO).
Del 19 de abril al 3 de mayo, el encuentro tuvo su primera fase, a través de una exposición en la que participaron cuatro artesanos de Oaxaca y cuatro de Italia (estos últimos ceramistas y elaboradores de mosaicos tradicionales). En la segunda etapa, serán los artesanos de aquel país los que visiten tierras mexicanas en julio próximo, según explica Jesús Reyes, enlace en Oaxaca de la Asociación Friulana de Maestros del Arte Popular.
En este encuentro, Oaxaca fue representado por Jesús Edel Bustamante, de Miahuatlán de Porfirio Díaz, y quien se dedica a la talla en miniatura; Rubí Salgado, artesana de filigrana en plata, y originaria de Santa Cruz Xoxocotlán; Giovanni Melchor Ramos, artesano de la talla de madera, de San Martín Tilcajete, y Fran García, quien trabaja el barro policromado y es originaria de Ocotlán de Morelos. Todos ellos propuestos por el director del MEAPO, Carlomagno Pedro Martínez, y con el apoyo de coleccionistas y otros particulares para el viaje y estadía de estos jóvenes.
Así como él en su juventud fue apoyado para destacar en el arte popular, Carlomagno Pedro señala que ahora es una necesidad y obligación hacer lo mismo con los nuevos talentos, como estos cuatro jóvenes que representaron dignamente al estado y por lo cual recibieron reconocimientos de parte del MEAPO.
TALLA, BARRO POLICROMADO Y FILIGRANA
Además de las exposiciones de sus piezas, Jesús Edel, Fran, Rubí y Giovanni compartieron sus experiencias y algunos talleres con los asistentes a esta exposición en Casarsa. Incluso, el público tuvo la posibilidad de adquirir algunas piezas y con ello tener una muestra del arte que se hace en los pueblos de Oaxaca, como la talla en miniatura que desde hace varios años ha cobrado fuerza en Miahuatlán.
Jesús Edel, exponente de este arte, comenta que con su participación espera que la talla en miniatura sea más reconocida en el país y el mundo.
“Yo la trabajo desde que tenía ocho años, pero prácticamente jugando. Ya de lleno, tengo 15 años, y ha habido muchas oportunidades, se han ganado varios concursos y habido varias exposiciones”, comenta uno de los aproximadamente seis artesanos que se dedican a esto en Miahuatlán.
Sin embargo, considera que también se requiere de impulso para que los niños y jóvenes que la practican sepan cómo vivir de su arte, además de contar con foros y espacios en donde se dé a conocer su trabajo.
“Es en lo que nosotros andamos luchando y creo que se va a lograr. Con el simple hecho de ir a Italia, funciona mucho. Me da mucho gusto porque puse mi granito de arena”.
En este encuentro en Casarsa, Edel llevó alrededor de 15 miniaturas hechas con hueso, espina de pochote y maderas duras, y en las que abordó temas como la muerte, la vida, el maíz y los bailes tradicionales.
Fran García Vásquez, originaria de Ocotlán de Morelos y quien desde niña aprendió el arte del barro policromado, es de la quinta generación en su familia que se dedica a ello, en parte motivada por su abuela: Josefina Aguilar, reconocida este martes por su trayectoria en el arte popular.
“A mí me llamó mucho la atención desde pequeña y es a lo que me dedico. Desde los seis años empecé a formar figuras, jugando al barro”, cuenta Fran sobre un trabajo para el cual retoma aspectos de la cultura del estado.
Giovanni Melchor Ramos, artesano en la talla de madera, de San Martín Tilcajete, fue otro de los jóvenes que acudió a esta jornada de intercambio cultural. Él es heredero de una tradición en la talla de madera, y descendiente de uno de los iniciadores de esta expresión en su comunidad, por su abuelo Coindo Melchor.
En este arte, Giovanni lleva casi prácticamente toda su vida, al ser incluido en las labores desde que tenía ocho años de edad.
“Tradicionalmente, en San Martín es un trabajo familiar, el papá es el que por lo regular talla la madera, los niños lijan la madera, y las esposas la decoran. En mi caso, yo hago todo el proceso, desde la talla hasta la decoración”.
Para él, mostrar su arte en Italia no sólo representa experiencias y aprendizajes, sino una satisfacción por ver las reacciones de los visitantes y el que incluso mexicanos radicados en Italia iban a verlos para sentir algo de su tierra.
