Salvos y sanos regresan a casa los tres tiburoneros que naufragaron por 11 días en el Océano Pacifico, el mal tiempo inundó su embarcación y fallaron los motores, por eso quedaron a la deriva, cuentan que tomaban sangre de tortuga, gaviotas y su propia orina como líquido para sobrevivir.
Israel, Wilfrido y Adolfo explicaron que las corrientes eran fuertes y que la Marina pensó que estaban anclados y se confiaron.
El pasado 11 de enero una aeronave de la Semar los había ubicado frente a las costas de Chacahua, cinco días después de estar perdidos; proporcionaron la ubicación a una de las patrullas marítimas, pero cuando éstos llegaron, ya no se encontraban en el mismo punto.
Admitieron que existió desesperación y desaliento en ellos al ver que no regresaban y llegó el momento que perdieron la noción del tiempo.
Al ser rescatados no sabían cuántos días llevaban perdidos, “al ver que nos localizaron y era realidad su salvación, sentimos una emoción increíble”.
Las corrientes y la marea alta se encargaron de llevarlos mar adentro hasta las 108 millas donde fueron encontrados 11 días después.
Para mantenerse con vida tomaban sangre de tortuga y aves, bebían su propia orina para hidratarse, no tenían idea si regresarían sanos y salvos
“Llegó la desesperanza después del fallido rescate, “llegamos a pensar que no regresaríamos a casa, rezábamos al mismo tiempo que nadábamos esperando ir hacia la costa, aunque sabíamos que era una locura”.
Los náufragos contaron que se tomarán un descanso después de esta odisea, pero que regresaran al mar porque al final de cuentas es su forma de vivir.
Aclararon que tomarán mayores medidas de seguridad aunque también, que “con la naturaleza no se sabe y nada ni nadie puede contra ella”, agradecieron al personal de la Marina que los rescató y no desistieron en su búsqueda, al igual que a sus familiares, amigos y compañeros que no quitaron el dedo del renglón y no se dieron por vencidos.