Al salir de un estacionamiento ubicado en la calle 16 de septiembre en el Centro Histórico de Puebla, un supuesto parróco de la Arquidiócesis de la entidad arrolló a una joven con su automóvil.
“No hay para que hacer tanto escándalo, soy sacerdote ¡Entienda!”, le dijo el religioso a los familiares de la víctima, quienes le reclamaron por haberle destrozado el tenis y lastimado la pierna derecha.
Minutos después de la escena, un hombre de la tercera edad saltó a la defensa del cura, asegurando que era verdad lo que le decía.
Debido a su carácter altanero, el responsable fue increpado por los presentes, quienes le reclamaron que por esas actitudes dejaron de ser creyentes católicos.
Según una publicación de Aldair Torres, supuesto hermano de la joven,el sacerdote colaboró con las autoridades correspondientes para hacerse cargo de los daños causados.
En el post, el familiar aseguró que al principio el hombre trató de huir y minimizar el daño, por el simple hecho de pertenecer a la Iglesia Católica.