Oaxaca: ¿Austeridad republicana?
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De Paradojas y Utopías

Oaxaca: ¿Austeridad republicana?

 


1).- La nueva visión de país
De aplicarse los 50 lineamientos generales de política para el combate a la corrupción y la austeridad republicana, que propuso el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, ¿es posible soñar con otro México? La refundación del país; el fin de las instituciones; el ocaso de nuestra historia post revolucionaria, pues. No obstante, seis años son pocos para desactivar una maquinaria aceitada por la corrupción, la complicidad y los vicios. El catálogo de buenos propósitos resulta interesante. Cala hondo en la concience colectif. Y los aplausos surgen por doquier. Más en estos tiempos de nuevo partido hegemónico: MORENA. Nada de dispendio; menos burocracia. Ni viajes de placer, ni guaruras, ni vehículos de lujo. Nada de privilegios. Casi la máxima juarista de: “ni entregarse al ocio y a la disipación, sino consagrarse asiduamente al trabajo, disponiéndose a vivir, en la honrada medianía que proporciona la retribución que la ley les señala”. La humildad como método del buen gobierno. Un presidente de carne y hueso, ni el tlatoani azteca, ni el semi Dios inalcanzable, ni el gurú o el Mesías. En fin, el gobierno será otro boleto. Tan ideal como “La Utopía” de Sir Thomas More. Perdón por mi escepticismo.
2).- Oaxaca, en esta nueva visión
Pero ni el país ni la historia inmediata son una tabla rasa. Y quien no conoce su historia está condenado a repetirla, dijo George Santayana o Napoléon, lo mismo da. AMLO recibirá un país devastado por la inseguridad, el crimen, la polarización y la desesperanza. El movimiento que lo llevó al triunfo es, justamente, producto del hartazgo social. Los grupos criminales permean hasta los sitios más recónditos. Ahí se han enquistado para convertir a México en un gigantesco cementerio. Con una crueldad infinita. Y ello es también producto de la corrupción. Policías de salarios miserables devienen “halcones” mejor pagados. Cómplices, chivas, delatores del mismo gobierno. La corrupción se ha incrustado, en efecto, de arriba para abajo. Hace al menos un lustro Oaxaca era un remanso de paz. Hoy es una de las entidades más inseguras del país. Juchitán, Tuxtepec y Pinotepa, las ciudades locales más violentas. ¿De qué le servirá a nuestro estado la política de austeridad si de por sí estamos marginados y miserables? No hay obra, no hay inversión y una inseguridad galopante. Con gobiernos adversos o amigos, ha sido exactamente lo mismo y cargando el pesado lastre del desfalco del pasado. Y hoy, hasta con ajustes de cuentas maquilados como conflictos agrarios.
3).- Urge una mejor interlocución
Estamos socialmente expuestos a seguir viajando en el furgón de cola de la modernidad. Salvo un senador no habrá en el Congreso federal, alguien compatible con el gobierno local. Excepto cinco diputados del PRI y una del PVEM, tampoco en el Congreso local tiene aliados el gobernador Alejandro Murat. En realidad no es algo trágico. La historia inmediata ha mostrado a nuestra bancada oaxaqueña en la Cámara federal, sólo calentando la curul. En la vía parlamentaria –salvo contadísimas excepciones, tal vez Francisco Martínez Neri– han sido un cero a la izquierda. Ni iniciativas ni tribuna ni cabildeo para el Presupuesto de Egresos. La casta legislativa que llegará a San Lázaro –la nueva “clase política”- con una o dos excepciones, es de medio pelo. Hay legisladores a los que sólo les moverá el revanchismo. Salomón Jara o Benjamín Robles, por ejemplo. En la legislatura local se requiere una buena interlocución o una generosa bolsa de dinero. Murat pues, tendrá que buscar otros operadores políticos. Los nuevos tiempos exigen otros actores y un cabildeo profesional. Ni los mismos moldes ni la grilla barata con la que se ha operado hasta hoy.
4).- La cuñas de AMLO
La tentación autoritaria es inherente a la naturaleza humana. Los moldes de la autocracia se encubren con un manto similar al de Francisco de Asís. AMLO reiteró su política de descentralizar la administración pública federal, pero en reto al Pacto Federal, designó a sus Coordinadores Estatales de Programas Sociales de la Presidencia. ¿Un contrapeso a los gobiernos locales o simples aparatos futuristas? ¿Virreyes, virreina o vice-gobernadores? Aquí designó a Nancy Ortiz Cabrera, que se sepa, no tiene ni tablas ni experiencia en la administración pública. Son como alguien dijo: no más que representantes del nuevo poder, como en la Unión Soviética, simples enviados de la nomenklatur del Soviet Supremo. La nueva burocracia partidista que sustituye a la que durante años construyó el PRI. One more time: perdón por mi escepticismo.

BREVES DE LA GRILLA LOCAL:
— Mañana nuestra fiesta máxima: La Guelaguetza. Esa ventana de folklore y tradición que nos hermana con el mundo y nos distingue a nivel internacional, como un pueblo único y excepcional.
— Con la venia del Consejo de Administración y la Dirección General de “Publicaciones Fernández Pichardo, S.A. de C.V.”, tomaré mi período anual de vacaciones. Si Dios no dispone otra cosa, nos encontraremos de nuevo el 12 de agosto.
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