Con ocho títulos de sus fondos, la Biblioteca Francisco de Burgoa puso al alcance de usuarios de todo el mundo parte de sus colecciones. Integrada en los últimos meses de 2019 a la biblioteca virtual de origen español, la institución perteneciente a la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca cuenta con algunas publicaciones que incluso datan del siglo XVIII, como lo es la edición digital que se hizo de Dendrología natural y botaneología americana, o Tractado de los árboles y hiebas de la América, de Fray Juan Caballero.
De esta obra, que se estima data de entre los años 1730-1787, se pueden consultar sus páginas en formato html. En ellas, como su nombre indica, están los dibujos de algunas especies que el religioso conoció y dibujó en su obra. Algunas de estas plantas, frutos y flores que se observan en la edición digital son el toloache, la higuerilla, la barba de viejo, la espinosa o hierba del labardillo. Asimismo, otras que Caballero identificó como hierba del pastor y que también se conocía con el nombre de hierba mora.
“En la época de fray Juan Caballero, la curiosidad personal y la necesidad de registrar los territorios coloniales dieron lugar a numerosas expediciones impulsadas por la corte imperial. La obra de Caballero pertenece a un periodo de grandes cambios en la producción de conocimiento, inspirados por los preceptos cientificistas de la Ilustración y la radical modificación de la administración del virreinato de la Nueva España”, señala la curadora Lluvia Sepúlveda, quien escribió tales palabras en 2018, cuando basado en esta obra el artista Demián Flores creó su exposición Flora.
De la obra de Caballero, Sepúlveda también externaba que en los tiempos de caballero era “necesario comprender la geografía y delimitar las fronteras, detener el contrabando y conocer los recursos naturales ofrecidos por las posesiones americanas, cuya explotación debía fortalecer la economía española”. Y por ello las expediciones científicas aumentaron. Y entre esos viajeros estuvieron militares, marinos, médicos, boticarios, naturalistas, así como otros personajes como fray Juan Caballero.
Pero en su caso, y a diferencia de los demás expedicionarios, Caballero no se apoyó en dibujantes y pintores para registrar sus observaciones. De ahí una de sus fortalezas en la catalogación e ilustración de su dendrología, una “obra que cayó en el olvido tras su muerte y que fue recientemente recuperada por la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca”, refiere la especialista sobre el ejemplar original que está en la Biblioteca Francisco de Burgoa, “en el exconvento de Santo Domingo al que perteneció el padre Caballero”.
