En las últimas horas, el nombre de Alana Scarlett Flores, conocida en redes sociales como Alana la rana, ha vuelto a ser tendencia en México. Esta vez, no por sus logros como streamer, boxeadora y presidenta de Raniza FC, sino por ser víctima de un caso de deepfake: la creación y difusión de imágenes íntimas falsas utilizando inteligencia artificial.
¿QUIÉN ES ALANA FLORES?
Originaria de Monterrey, Nuevo León, Alana nació el 15 de diciembre de 2000. A sus 24 años, ha logrado consolidarse como una de las creadoras de contenido más influyentes de México. En plataformas como TikTok, Instagram, Twitch y YouTube, suma más de 11 millones de seguidores. Su contenido abarca desde rutinas de boxeo y fútbol hasta su vida diaria y proyectos personales.
Además de su presencia en redes sociales, Alana ha incursionado en el mundo del boxeo amateur, participando en eventos como “La Velada del Año 4” y “Stream Fighters 3”, donde obtuvo victorias destacadas. Actualmente, se prepara para enfrentarse a la actriz Gala Montes en “Supernova: Orígenes”, programado para el 17 de agosto de 2025 en el Palacio de los Deportes.
EL CASO DE DEEPFAKE QUE CONMOCIONÓ A TODOS
El pasado martes, Alana denunció en su cuenta de X (anteriormente Twitter) que había sido víctima de un deepfake: una imagen íntima falsa en la que aparecía su rostro, generada mediante inteligencia artificial. Acompañó su mensaje con la declaración: “No es real. Y sí voy a buscar demandar”.
En un video posterior, expresó su sentir ante la situación y el impacto que ha tenido en su vida personal y profesional.
“Es una imagen que no soy yo, es una imagen en la que utilizaron mi cara y está siendo alterada, porque esa imagen no es real, nunca me la tomaron y nunca pasó. Ya me había pasado muchas veces antes, pero nunca había sido tan grave. Siento mucho coraje e impotencia, ya no sé qué hacer”, comentó.
Además, reveló que fue hospitalizada por una crisis emocional:
“Muchas veces en mi vida he sentido que he llegado a mi punto más bajo, pero días como hoy me hacen darme cuenta de que todo siempre puede ser peor. Últimamente, siento que mi mundo se ha convertido en un caos sin control. Estoy en tratamiento psicológico y psiquiátrico, pero hay días en los que siento que no avanzo”.
LA RESPUESTA DE LA COMUNIDAD Y LA ACCIÓN LEGAL
Tras el incidente, Alana ha recibido el apoyo de sus seguidores y de la comunidad en general. Numerosos internautas han expresado su solidaridad y han condenado la práctica del deepfake. Por su parte, la joven creadora de contenido ha anunciado que tomará acciones legales contra la persona responsable de la creación y difusión de la imagen falsa.
Este caso pone de manifiesto los riesgos asociados al uso indebido de la inteligencia artificial y la importancia de proteger la integridad y privacidad de las personas en el entorno digital.
Es así como Alana Flores es un recordatorio de los desafíos y riesgos que enfrentan las figuras públicas en el mundo digital. Sin embargo, también es una muestra de resiliencia y valentía. Alana ha enfrentado esta situación con determinación, buscando justicia y mostrando que, a pesar de las adversidades, es posible seguir adelante.