En los inicios, Uber demostró ser una alternativa confiable para el transporte privado ante toda la situación de inseguridad que se encontraba viviendo la sociedad. Además, no sólo funcionó para los pasajeros, sino que también ofreció grandes oportunidades de trabajo a los conductores que quisieran ganar su propio dinero a través de un automóvil.
Sin embargo, las ambiciones de la empresa comenzaron a tener más peso que la filosofía y esencia por la que se regía Uber. Problemas de inseguridad, acoso, evasión de autoridades, espionaje… son apenas algunos de los inconvenientes que han perseguido la reputación de Uber.
Ahora, la compañía está dando de qué hablar con una nueva actualización a sus términos y condiciones. Uber detalló que el pasado 13 de diciembre algunas reglas serán distintas para los usuarios que residan en América Latina.
El servicio de transporte privado aseguró que los únicos (pero importantes) puntos que cambiaron de su estado original son los siguientes:
- Uber no se apega a la figura legal dispuesta por el gobierno de la CDMX- “Usted reconoce que Uber no presta servicios de transporte o de logística o funciona como una empresa de transportes y que dichos servicios de transporte se prestan por terceros contratistas independientes que no están empleados por Uber, ni por sus afiliados.”
- Nuevos elementos de verificación de identidad que pueden exigirse a los usuarios. Los clientes se verán obligados a compartir más detalles para validar su perfil, ya sea vinculando cuenta de Facebook o para realizar pagos en efectivo.
- Uber renuncia a dar garantía sobre la eficiencia del servicio. “Uber no hace declaración, ni presta garantía alguna relativa a la fiabilidad, puntualidad, calidad, idoneidad o disponibilidad de los servicios o cualquiera de los servicios o bienes solicitados a través del uso de los servicios, o que los servicios no serán interrumpidos o estarán libres de errores.
- Uber no se hará responsable de daños. Esto quiere decir que la compañía ya no será responsable si hay daños indirectos, incidentales, especiales, ejemplares, punitivos o emergentes, incluidos el lucro cesante, pérdida de datos, lesión personal o daño a la propiedad. Al aceptar términos y condiciones, los usuarios tampoco podrán actuar legalmente contra la empresa.
- Cargos extras del servicio. En caso de olvidar algún objeto, la empresa de taxis cobrará entre 50 y 80 pesos dependiendo de la entidad donde se utilice el servicio.
Como empresa, debe ser complicado emplear a miles de personas; algún problema debe surgir y todo el peso siempre recaerá en el servicio, así que hasta cierta parte es entendible que Uber esté tomando estas medidas para comenzar a deslindarse de todo problema. Sin embargo, deberíamos cuestionarnos: ¿El hecho de que Uber actualice sus términos y condiciones, hará que los pasajeros aún sin ver se suban a un automóvil de la compañía?
La realidad es que aún teniendo políticas bien establecidas y definidas, Uber dejó de ser confiable mucho tiempo, pero ¿empeorará todo con estas nuevas reglas en el servicio?
¿Estás de acuerdo con las nuevas políticas de Uber?, ¿Seguirás utilizando este servicio?
