La noche del domingo se dio a conocer la lamentable noticia del fallecimiento de Salvador Hernández Castellanos, pionero en la enseñanza del judo en Oaxaca, la trágica noticia la dio a conocer la hija menor del profesor, Carmen Hernández Cruz.
Lamentó la muerte de su padre y entrenador, quien durante muchos años se dedicó a la enseñanza de este arte japonés entre los oaxaqueños.
Recordó que Hernández Castellanos llegó a Oaxaca hace 38 años, esto por gestión de Gerardo Robles Gris, que buscaba promover un deporte nuevo en la entidad, el Judo.
Hace unos meses la hija del profesor Carmen, dio a conocer que le habían detectado cáncer de vejiga, dijo que pese a los esfuerzos de todos la enfermedad avanzó rápidamente.
Reconoció que desde entonces batallaron mucho para aplicarle su tratamiento, indicó que al no tener servicio de seguridad social, se complicó, sobre todo en el aspecto económico, esto hizo que familiares amigos han buscado la manera de apoyarlos, organizando algunas actividades como torneos y rifas para generar recursos.
Hernández Cruz, recordó que fue en 1984 cuando llegó a Oaxaca Salvador Hernández Castellanos, al respecto declaró, “nos dice mi papá, que esto fue por gestiones de Gerardo Robles Gris ante la Federación Mexicana de Judo, gracias a ello, comenzó la práctica de este arte marcial japonés en la entidad y con ello se comenzó a forjar una excelente camada de judokas locales, desde luego que había venido antes y eso influyó para solicitar que regresará”.
Hernández Castellanos en el año de 1967 había ingresado a la Armada de México, en la sede de Tuxpan, Veracruz, fue en ese lugar donde aprendió Judo, Karate y Tae Kwon Do, como parte del equipo de asalto y defensa personal de esa área marítima de las Fuerzas Armadas de México.

Ahí estuvo durante cinco años, al término del periodo solicitó su baja, según recuerda por no estar de acuerdo en su traslado al Astillero de Marina del Puerto de Salina Cruz, Oaxaca.
Es así como regresó a la capital del país donde comenzó a dar clases a un grupo de niños y jóvenes en las diferentes disciplinas de artes marciales que había aprendido.
Para ello, Hernández Castellanos era afiliado a la Federación Mexicana de Judo, por lo que fue invitado para venir a Oaxaca y dirigir el primer dojo (escuela) de Judo, la cual se abrió en 1984 sobre la calle de Belisario Domínguez en la colonia Reforma de esta ciudad, en un edificio en el que en la planta baja impartía clases de karate el profesor José Luis Amaya, y en la planta alta dio clases de judo el entrenador Salvador Hernández.
Fue así como arrancó en Oaxaca la creación de una buena camada de deportistas, fue luego de tres años intensos entrenamientos, que Oaxaca tuvo su primer equipo de judo para competencias.
Los primeros en coronarse como campeones nacionales para Oaxaca fueron Iker Velasco y Agustín Pérez, con el tiempo se sumaron a este selecto grupo Rafael Antonio, Lenin Velasco, Luisita Tobías, Romeo Martínez, Andrés Enríquez, Fabiola Baltazar, sus hijos Salvador y Carmen Hernández Cruz, y Constantino Avendaño.
A lo largo de todo este tiempo como entrenador de judo en Oaxaca, el profesor Salvador Hernández formó a seis cintas negras sho dan (primer dan) y cuatro cintas negras ni dan (segundo dan).
El pionero de este deporte en la entidad además fue Premio Estatal del Deporte en el año 2001.