La creciente tensión entre grupos de transportistas en Oaxaca tuvo un nuevo y alarmante episodio la tarde de este miércoles, cuando un taxista fue atacado a balazos sobre la lateral de la avenida Símbolos Patrios, a escasos metros de la gasolinera G-500. El ataque, presuntamente vinculado a un hecho violento previo en el Mercado de Abasto, refleja el nivel de impunidad y el vacío de autoridad que se vive en zonas claves de la capital oaxaqueña.
Ataque directo tras hechos violentos en el Mercado de Abasto
De acuerdo con el testimonio del propio taxista, identificado como parte del Sitio Valle de Reyes A.C., unidad 15-797, dos sujetos vestidos de negro a bordo de una motocicleta tipo Pulsar abrieron fuego en su contra sin mediar palabra. El ruletero relató que los agresores habrían disparado tras un enfrentamiento en el Mercado de Abasto, donde supuestos integrantes de un sindicato de transportistas atacaron a comerciantes.
La hipótesis que circula es que los atacantes iban huyendo del primer hecho violento y habrían disparado contra presuntos adversarios, entre ellos el taxista.
Reacción inmediata del conductor evitó tragedia
La rápida reacción del conductor evitó un desenlace fatal. Detuvo su unidad frente al taller “Muelles y Suspensiones San Juan”, salió del vehículo y se tiró al suelo para protegerse, mientras los agresores se daban a la fuga a toda velocidad.
Aunque no se reportaron personas lesionadas, el taxi resultó con daños visibles por impactos de bala en el costado derecho, y varios casquillos percutidos quedaron esparcidos sobre el pavimento, confirmando la magnitud del ataque.
Despliegue de fuerzas de seguridad, pero sin detenidos
Minutos después del ataque, al sitio llegaron elementos de la Marina, Guardia Nacional, Policía Estatal y Policía Vial Estatal, en un despliegue que generó expectativa, pero que no logró la detención de los agresores. Como en muchos otros casos similares, la presencia de las fuerzas del orden fue meramente reactiva y no preventiva.
Agentes investigadores y peritos de la Fiscalía General del Estado de Oaxaca se hicieron cargo de las diligencias, mientras el tráfico en la zona se volvió caótico, colapsando la circulación de sur a norte en la avenida.
“La violencia ya es cotidiana”: ciudad sin garantías para civiles
El ataque al taxista se suma a una larga lista de hechos violentos en la capital oaxaqueña relacionados con disputas entre sindicatos, rutas de transporte y espacios comerciales. La presencia de armas de fuego en un contexto urbano y la ejecución de ataques a plena luz del día evidencian un fenómeno de creciente impunidad.
Mientras la ciudadanía se acostumbra a convivir con estas escenas de violencia, las autoridades siguen actuando tarde, mal y con resultados escasos. La pregunta no es si volverá a ocurrir, sino cuándo y contra quién.
Finalmente, el atentado contra el taxista en Símbolos Patrios no es un hecho aislado, sino síntoma de una violencia estructural y sostenida en Oaxaca. Enfrentamientos entre grupos de poder sindical, nula capacidad de prevención y un sistema de justicia inoperante conforman un escenario en el que la población civil, como el taxista baleado, queda atrapada en fuego cruzado. La inseguridad ya no es percepción: es rutina.
Con información de Álvaro Cuitláhuac López