En el corazón del Pacífico mexicano, un puerto se transforma en epicentro de una ambición nacional: convertirse en la nueva puerta de acceso para el comercio interoceánico mundial. La Secretaría de Marina ha iniciado la segunda etapa de modernización del Puerto de Salina Cruz. Una de las piezas estratégicas del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT).
Este megaproyecto no solo reconfigura el mapa logístico del país, sino que busca competir directamente con el Canal de Panamá, funcionando como un “canal seco” terrestre entre los océanos Atlántico y Pacífico.
“Se trata de abrir la operación de un corredor interoceánico para la movilidad en el comercio y el transporte de mercancías y que pueda acelerar los flujos intercontinentales de comercio mundial”, destacó la Marina en sus programas de inversión.
¿QUÉ IMPLICA ESTA SEGUNDA ETAPA?
El proyecto, con miras a concluirse en 2027, contempla una ampliación profunda y técnica de la infraestructura portuaria y vial del puerto salinacrucense.
Entre las principales obras anunciadas se incluyen:
- Ampliación de 4 hectáreas en patios de almacenamiento.
- Construcción de 600 metros de muro de contención en la zona industrial pesquera.
- Prolongación del bordo de protección marginal.
- Nuevos edificios administrativos.
- Edificación de vialidades complementarias para operación aduanal y logística.
- Instalación de tres silos y tres bodegas de almacenamiento.
Estas obras permitirán al puerto manejar más de 1.3 millones de contenedores anuales, elevando su competitividad regional e internacional.
UNA ALTERNATIVA AL CANAL DE PANAMÁ
El CIIT es una de las apuestas más ambiciosas del gobierno mexicano. La idea central: aprovechar el Istmo de Tehuantepec —la franja de tierra más estrecha entre los dos océanos— como puente comercial terrestre que acelere los flujos logísticos globales, en particular los de la ruta Asia–Estados Unidos, que representa más del 70% del tráfico del Canal de Panamá.
“Si se voltea a ver el potencial del mercado de portacontenedores que transita por el Canal de Panamá, se identifica un área de oportunidad para el país”, apunta el documento oficial del programa de inversión.
EL CIIT: MÁS QUE INFRAESTRUCTURA
El Corredor Interoceánico contempla una red compleja de infraestructura logística, que incluye:
- Modernización de los puertos de Salina Cruz y Coatzacoalcos.
- Construcción y rehabilitación del ferrocarril del Istmo.
- Ampliación de la red carretera en ambos extremos.
- Desarrollo de zonas industriales estratégicas.
Todo ello con la meta de reducir significativamente el tiempo y los costos del transporte de mercancías entre Asia y la costa Este de Estados Unidos. Sin necesidad de bordear Centroamérica.
PANORAMA GEOPOLÍTICO Y ECONÓMICO
El proyecto se lanza en un momento clave, marcado por la reconfiguración de las cadenas de suministro global (tras la pandemia y los conflictos geopolíticos) y el auge del nearshoring, que ha vuelto a México especialmente atractivo para la inversión extranjera.
El puerto de Salina Cruz, tradicionalmente petrolero, aspira a consolidarse como un hub multimodal, atrayendo inversión privada, comercio internacional y desarrollo regional.
Con esta modernización, el sur del país levanta la mano como nuevo motor económico. Salina Cruz ya no es solo un punto en el mapa; ahora, busca convertirse en un nodo crucial del comercio global. La Marina lo sabe, y por eso acelera el paso.
Lo que antes fue un sueño trazado sobre planos, hoy avanza con concreto, acero y visión geopolítica. Y todo indica que México podría estar más cerca que nunca de tener su propio “Canal de Panamá”… en tierra firme.