Una serie de denuncias por acoso y abuso sexual en contra de Gonzalo G. S., director regional de Programas para el Bienestar en Santiago Pinotepa Nacional en la región Costa de Oaxaca, culminaron en su detención el pasado 1 de julio en Santiago Pinotepa Nacional. La aprehensión fue confirmada por el Registro Nacional de Detenciones y se realizó en la colonia Chico, al sur del municipio, alrededor de las 17:00 horas, tras un operativo coordinado por la Agencia Estatal de Investigaciones.
La captura del funcionario se da en el marco de una investigación más amplia, en la que se indaga su presunta responsabilidad en el delito de Equiparado a la Violación, ocurrido el 3 de agosto de 2024 en Santiago Jamiltepec. La víctima presentó una denuncia ante las autoridades luego de sufrir una agresión sexual en un inmueble ubicado en la Plaza Constitución de la colonia Centro.
VIOLENCIA SEXUAL NORMALIZADA EN EL ÁMBITO LABORAL
Más allá del caso puntual, lo que agrava la situación es el patrón de abuso que diversos testimonios atribuyen al acusado. Según fuentes cercanas al caso, Gonzalo G. S. utilizaba su posición de poder para someter a trabajadoras de la Delegación Bienestar a constantes actos de acoso sexual. Además de imponerles condiciones laborales abusivas. A pesar de las múltiples denuncias informales, las víctimas relatan que prevalecía el miedo a represalias laborales. Especialmente al despido. Lo que las llevó al silencio.
De manera alarmante, se presume que estas acusaciones eran conocidas por la responsable estatal de la institución, Nancy Ortiz Cabrera. La cual habría optado por desestimar los señalamientos y permitió que el funcionario continuara en el cargo.
OMISIÓN INSTITUCIONAL Y COMPLICIDAD SILENCIOSA
La negligencia con la que las autoridades internas de la Delegación Bienestar habrían tratado las denuncias plantea serias dudas sobre los mecanismos institucionales de protección hacia las víctimas. La falta de acción habrían permitido que los presuntos abusos se prolongaran durante meses. Sin que existiera una intervención efectiva.
Incluso versiones extraoficiales sugieren que la esposa del acusado estaba al tanto de los actos cometidos y habría colaborado en su encubrimiento.
UN AVANCE JUDICIAL, AUNQUE TARDÍO
Gracias a los trabajos de investigación con perspectiva de género, la Fiscalía General del Estado de Oaxaca logró obtener una orden de aprehensión y ejecutar un operativo en coordinación con la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), Secretaría de Marina (SEMAR), Guardia Nacional y Policía Estatal, para lograr la captura del imputado, identificado como G.G.S.
El detenido fue puesto a disposición de la autoridad judicial correspondiente, que determinará su situación jurídica en los próximos días. El caso sigue abierto y podría dar pie a nuevas denuncias si otras víctimas deciden dar el paso.
UN LLAMADO A ROMPER EL SILENCIO Y FORTALECER LA PROTECCIÓN A LAS VÍCTIMAS
Este caso deja al descubierto no solo la conducta de un presunto agresor, sino también las fallas estructurales que permiten que personas con poder abusen de su posición sin consecuencias inmediatas. La omisión por parte de superiores jerárquicos y el temor de las víctimas reflejan la urgencia de replantear las políticas internas de atención. Así como reforzar la prevención de la violencia de género en el ámbito laboral. Especialmente en instituciones públicas.
Finalmente, la justicia sigue su curso, la sociedad enfrenta nuevamente el reto de no permitir la normalización del acoso y la violencia sexual. La responsabilidad de proteger a las víctimas es compartida y no admite indiferencias.