Protesta en la URSE por justicia para perrito Coco
El animal fue atropellado el pasado 26 de enero por una estudiante de la URSE, la cual no auxilió al can y lo abandonó
Activistas dedicados a la protección de los animales se han manifestado exigiendo justicia para Coco, un perrito que fue atropellado por una alumna dentro de la Universidad Regional del Sureste (URSE) campus El Rosario. La protesta se realizó la mañana de este viernes con un bloqueo en la avenida Hornos. Con la cual busca llamar la atención del rector de la universidad sobre este caso.
EL SUCESO
El incidente tuvo lugar el 26 de enero, cuando un video que circuló en redes sociales mostró el momento en que Coco fue atropellado en las instalaciones de la URSE. Mientras la presunta responsable, una estudiante de la universidad, se marchó sin prestar ayuda al animal.
Tras el atropellamiento, Coco fue auxiliado por una activista, pero lamentablemente, su estado de salud era tan grave que se determinó que debía ser sacrificado.
Organizaciones han pedido a la rectoría de la URSE que proporcionen los videos de vigilancia que puedan ayudar en la investigación iniciada por la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO) por maltrato animal. Sin embargo, hasta el momento, las autoridades escolares no han dado respuesta.
DIALOGAN CON AUTORIDADES DE LA URSE
En consecuencia a esta falta de acción, activistas y miembros de la sociedad civil bloquearon la avenida Hornos. Posteriormente fueron recibidos por autoridades escolares, quienes escucharon sus demandas.
Los representantes de las organizaciones han enfatizado que su objetivo no es criminalizar a la responsable del atropello de Coco. Sino hacer cumplir la ley contra el maltrato animal en el estado de Oaxaca y evitar que casos similares continúen ocurriendo impunemente.
El código penal de Oaxaca tipifica el maltrato animal como un delito desde 2015. Según el artículo 413, se castigará con cárcel de tres meses a dos años y multa de 100 a 1000 días de salario a quien, dolosamente, realice actos de sufrimiento que no lleven a una muerte inmediata del animal vertebrado, o cause lesiones que pongan en peligro su vida.
