Mujer perdona golpiza extrema
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Mujer perdona golpiza extrema

A punto de perder el ojo, la mujer impidió que los policías detuvieran a su pareja y justificó la violencia sufrida


Mujer perdona golpiza extrema | El Imparcial de Oaxaca

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*IPN

“Déjenlo, está muy tomado, no sabe lo que hizo, no se lo lleven, es el amor de mi vida y el padre de mis hijos, sólo fue una simple pelea”, suplicaba Margarita, de 38 años de edad, al momento que se llevaba la mano al ojo, completamente cerrado por el golpe que recibió de su marido.

Alrededor de las 22:00 horas, la noche de ayer, elementos del grupo motopatrullero de la Policía Municipal del Oaxaca recibieron el llamado de auxilio, ya que en la casa marcada con 1023 de la calle Rayón, en el centro de la ciudad, conocida como La Maldita Vecindad, una mujer solicitaba el auxilio ya que a su hija la golpeaban salvajemente.

Los uniformados se dirigieron al lugar y llegaron a los pocos minutos. Una mujer de avanzada edad ya los esperaba. Se presentaron con ella y le preguntaron si había solicitado el auxilio.

“Sí, aquí es, pasen mi hija está muy golpeada”, respondió la señora. Los uniformados, invitados por la señora a pasar, entraron al lugar donde se encontraba la pareja.

El hombre, completamente en estado de ebriedad, en tanto la mujer tenía una lesión visible en el ojo y manchas de sangre en la ropa.

Los uniformados ayudaron a la mujer, quien debía recibir atención médica urgente, ya que por el golpe a punto estuvo de perder el ojo; por lo que enseguida pidieron el auxilio de los cuerpos de rescate.

Sin embargo, al tratar de detener al hombre que había golpeado a la mujer, ésta abrió sus brazos, lo abrazó y lo llevó a su pecho, suplicándole a los policías, “déjenlo, está muy tomado, no sabe lo que hizo, no, no se lo lleven, es el amor de mi vida y el padre de mis hijos, solo fue una simple pelea”, lo jaloneó y lo metió a su humilde vivienda.

Minutos después, salió nuevamente la mujer, tropezando de lo mareada que estaba, buscaba a su mamá, “mamá, mamá, ¿dónde estás?”, la señora le contestó, “aquí estoy hija”.

Al escucharla, la mujer comenzó a quejarse, “mamá, no aguanto mi ojo, me duele mucho, mamá, ayúdame, no veo”, decía mientras se tallaba el ojo. Un elemento policiaco intervino, “señora, no se toque el ojo, se puede infectar, ya viene la Cruz Roja, ya les llamamos, ya vienen en camino”.

Al cuestionarle a la mujer por qué le habían pegado, explicó, “ya nos habíamos metido a la casa, mi esposo ya estaba acostado después de estar tomando parte de la tarde, pero me estaba chingue y chingue la madre, reclamándome y regañándome. Le grité que ya calmara, tomé un vaso y se lo aventé hasta donde estaba acostado”, interrumpió su relato llevándose la mano a su ojo derecho y le soplaba con la mano.

“Ay, me duele mucho, pero le pegué y como él está borracho, se levantó y me dio de madrazos, con el puño cerrado me pegó en el ojo y el otro en la nariz, por eso me dejó así, pero fue una pelea nada más, yo lo quiero mucho, él ya se durmió”, dijo al dar por terminado su relato, en eso, se escuchó la sirena de la ambulancia y agregó, “ya vienen los de la Cruz”.

Se estacionó frente a la casa la ambulancia y bajaron los paramédicos de la Cruz Roja Mexicana, quienes le brindaron atención pre hospitalaria, pero al diagnosticar que su lesión era de gravedad y que hasta podía perder el ojo, la trasladaron a la Sala de Urgencias de la benemérita institución, donde quedó internada.

En tanto, su esposo, se quedó dormido tranquilamente en su habitación, sin que nadie se atreviera a molestarlo.

La trasladan para que reciba atención hospitalaria.

La Alarma

Una mujer que sufre malos tratos tarda tiempo en decidir dejar la relación tóxica que vulnera los derechos más elementales del ser humano.

Es un proceso largo en el que él intentará por todos los medios evitar que ella tenga una red social y familiar en la que protegerse, mientras su estado mental se va deteriorando poco a poco.

Tanto que en muchos casos, “ese deterioro psicológico las llega a inhabilitar para tomar decisiones y buscar salidas a su situación

Severamente golpeada, requería ser atendida con urgencia.

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