Una educación para la niñez oaxaqueña (parte 1)
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Una educación para la niñez oaxaqueña (parte 1)

 


Primero deberíamos diferenciar entre educación e instrucción. La primera trasmite valores, la segunda solo conocimientos. La llamada educación pública surgió en Europa, para dotar a la revolución industrial de obreros y trabajadores con cierto grado de instrucción, esa es educación para el trabajo. En el Anáhuac, se dio el primer sistema de educación, obligatorio, público y gratuito del mundo, por lo menos desde el 1500 aC., y fue destruido por la invasión española en 1521. La instrucción pública en México regresó hasta 1921, con José Vasconcelos.  El modelo SEP, a nivel nacional, es una educación para el trabajo, es de mala calidad, por sus contenidos, su didáctica y el bajo nivel de sus profesores, además, de que el sistema económico no ofrece puestos de trabajo. Desde esta perspectiva, la inversión que hace una familia con sus hijos, desde jardín de niños hasta la universidad, resulta un gran esfuerzo de tiempo, trabajo y dinero, que después de más de 17 años resulta un FRAUDE, porque sus hijos además de estar mal preparados, no consiguen trabajo. No hay trabajo para los egresados universitarios, y el poco que hay, es mal pagado, sin prestaciones y es temporal. Además de que existe un marcado racismo y clasismo en el binomio educación/empleo. Se necesita ser blanco, con dinero, relaciones y ser egresado de una prestigiada universidad privada, para acceder al reducido mercado de trabajo bien pagado. Esa es la verdad sobre “la educación”. Pero en Oaxaca, la situación se complica mucho más. La educación que se imparte, es diseñada en la CDMX, para el mercado de trabajo que en Oaxaca no existe. En Oaxaca, más de la mitad de su población vive en comunidades anahuacas, con una fuerte cultura ancestral y las posibilidades reales de que lleguen a estudiar y concluir el nivel superior son muy limitadas. 

Esa es la realidad de la educación, especialmente en el llamado “nivel indígena”. La educación que reciben los niños de cultura anahuaca en Oaxaca es sumamente negativa, porque en vez de darles conciencia, auto estima y descolonización, hace exactamente lo contrario. La educación en Oaxaca es colonizadora y destruye las posibilidades de vida, deforma a los niños, los hace que desconozcan, rechacen y desprecien su comunidad, su cultura ancestral y la sabiduría que en ella existe. Los prepara para ser solamente empleados y obreros de bajo nivel, los envía a las ciudades a ser lumpen proletariado a vivir en la miseria y la desesperanza. A otros los expulsa a Estados Unidos a ser explotados en medio de la discriminación y la persecución de ser “ilegales”.

La educación básica en Oaxaca debe de ser replanteada y diseñada para niños con una gran riqueza cultural y un gran potencial humano. Debe desaparecer el modelo de la educación colonizadora para el inexistente trabajo, y en su lugar, repensar una educación para la vida en comunidad.

(CONTINUARÁ)