El pasado viernes se celebró en nuestro país el Día del Amor y la Amistad. La mercadotecnia no se hizo esperar, apenas se estaba terminando de vender la última rosca de Reyes y ya las tiendas estaban repletas de todo lo alusivo a San Valentín, corazones rojos, cupidos, globos, todo lo que el marketing necesita para garantizar altas ventas en esta temporada, en la que se supone ya se sorteó con éxito o sin él, la cuesta de enero.
Más allá de un evento de mercado, de resultados, de ventas, tenemos claro que el amor y la amistad son indispensables en la vida de las personas y cada una de ellas tiene una manera distinta de expresarlo; sin embargo, estos sentimientos tienden a transformarse con el paso de los años.
Hoy se sabe que la vida personal es base y sustento del equilibrio de la vida en general y dentro de la vida personal está la vida amorosa, la manera como nos relacionamos y la satisfacción o descontento que ello genera en la vida de las personas.
Es interesante saber cómo es el amor entre los mexicanos. Según el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), México tiene 99.98 millones de habitantes de 15 años y más, de los cuales 35.9% está casado, 29.6% soltero y 19.1% vive en unión libre.
De los solteros predominan aquellas personas de entre 15 y 29 años, siendo los hombres los de mayor porcentaje. Pero de los que están en una relación de pareja o unida, el 74.3 % declara estar satisfecha con su vida afectuosa o amorosa. Un 70% de las mujeres de 15 a 49 años unidas declaró que ni ella ni su pareja tenían discapacidad o alguna limitación para hacer una actividad cotidiana.
Si se considera a las mujeres en edad fértil y a sus parejas que residían en el mismo hogar, en el 52% de los casos ambas personas trabajaban. El 45.2% la pareja trabajaba y ella no, mientras que en el 1.5% ella trabajaba y su pareja no, y en 1.3% ninguna de las dos personas lo hacía.
El 45.8% de las mujeres unidas en edad fértil contaba con la misma escolaridad que su pareja, en 28.3% ella tenía mayor escolaridad y en 25.9% ella reportó menor nivel educativo que su pareja.
El 63.7% de los encuestados por el INEGI asegura estar satisfecho con su relación amorosa.
En el entorno de la vida social, las personas unidas declararon en su mayoría que se encontraban satisfechas. De entre las diferentes situaciones conyugales, quienes estaban muy satisfechas con la vida social fueron las personas solteras.
Si cuando tomamos una decisión en la vida amorosa, en el sentido de unir nuestra vida a la de alguien ya sea por el vínculo matrimonial o por la unión libre, la vida se tornara plena y feliz, entonces no estaría yo escribiendo sobre el tema. El asunto es que muchas veces la separación es el paso que sigue a una vida amorosa que no brinda la satisfacción o la felicidad que se busca, sea cual sea la causa.
El amor de pareja es fundamental en la vida de millones de seres humanos y de mexicanos en particular porque es lo que hoy nos ocupa, pero ¿qué pasa cuando mantener esa relación se vuelve imposible? Como ya lo señalé la separación o el divorcio se convierte entonces en una alternativa; no obstante, este proceso legal puede ser complicado para la pareja cuando hay hijos, trabajo o bienes de por medio.
En 2023, México tuvo poco más de medio millón de matrimonios y 163,587 divorcios, es decir que por cada 100 uniones legales ocurrieron 32.6 separaciones. Esta relación representa un aumento en 13 durante la última década, de acuerdo con datos del INEGI. En el 2020, año que coincidió con el inicio de la pandemia de covid-19, esta relación descendió.
Entre los matrimonios que se disolvieron legalmente en 2023, el 33.8% tuvo una duración mayor a 20 años, seguido de las uniones de uno a cinco años con el 18.7%.
El nivel de escolaridad que tuvieron las parejas que más se divorciaron es la educación media superior. Cabe destacar que el número de divorcios legales en México ha mantenido una tendencia al alza, siendo el 2022 el año con mayores separaciones y el 2020 con el menor número.
Uno de los integrantes de la pareja es quien decide separarse de la otra persona en la mayoría de los casos, seguido por el acuerdo entre ambas partes. Un dato relevante es que las personas toman la decisión de divorciarse una vez iniciando los 40 años. Es importante destacar también que poco más de la mitad de los matrimonios mexicanos que decide divorciarse no tiene hijos.
Al cierre de 2023, una tercera parte de los matrimonios que decide separarse legalmente ya convivió con su pareja por al menos 20 años, seguido de aquellas personas que estuvieron juntas por hasta 5 años.
Desde 2014 inició una tendencia al alza en el número de divorcios, pero fue interrumpida por la pandemia de covid-19. Posteriormente la cifra ha retomado un impulso importante.
En suma, para el mexicano el amor sigue teniendo una importancia vital, pero más importante es para muchos el mantener un equilibrio en la vida, aunque a éste se llegue sacrificando una decisión que en otro tiempo pareció ser buena.