El reto de 2024: Agua
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El reto de 2024: Agua

 


 

Sí, seguro el tema que acaparará miradas este 2024 será el proceso electoral que para muchos estados implicará cambios de autoridades a nivel local y federal, además del proceso electivo Presidencial. Sin embargo, el gran elefante en la habitación para el arranque de este año nuevo en los Valles Centrales de Oaxaca   como en otras de las regiones del Estado- es la escasez de agua potable.

Es una crisis por demás anunciada. Año con año los afluentes se han ido reduciendo y las lluvias han sido más y más irregulares. 2023 fue un año con sequías excepcionales en el país. No hubo región que no sufriera la ausencia casi total de lluvia en Oaxaca.

El campo fue uno de los espacios que más sufrió la escasez de agua. Este crucial sector pone en riesgo, en primer lugar, a las familias que viven y producen en dichos entornos, y además, a la seguridad alimentaria propia y de las comunidades circunvecinas. La adversidad de las condiciones del campo también causa el abandono de estas actividades y forzan a las poblaciones a buscar otros medios de supervivencia en ambientes urbanos.

En los entornos urbanos, también la ausencia de agua ha puesto en vilo a las poblaciones. Las colonias populares son las más afectadas por esta escasez.

Mientras que el sector comercio y manufactura deben de pagar por pipas de agua – que implican que dicho recurso fue extraído de alguna comunidad sin mucha regulación- las colonias populares no cuentan con los recursos para poder palear la restricción en la dotación de agua.

Todas y todos conocemos estos efectos. El asunto es que había señales de que este escenario era uno muy probable y muy cercano y no hubo desde hace décadas políticas públicas eficientes para mitigar los muy complejos efectos de la sequía. El pronóstico para 2024 no es diferente, el calentamiento global ya nos había alcanzado y —quizá— no nos percatamos a tiempo.

En este 2024 se requerirá de planeación e inversión pública para impulsar la recuperación de los afluentes que dotan de agua a los centros de población y al campo.

No solo megaproyectos, adopción de tecnología, bombardeo de nubes (proceso poco eficiente probablemente contraproducente con un lente macro), sino con la recuperación de procesos agroecológicos, captación de agua de lluvia y otras acciones de pequeña escala que aplicadas de manera masiva tendrá un impacto sustancial. La restricción a abusos en el gasto de agua y la mejor gestión de los afluentes sanos para que no sean sobreexplotados.

Se requerirá de una agenda amplia, transversal y compleja para mitigar la sequía que parece que no va reducirse en lo próximo debido al calentamiento global.

No hay soluciones inmediatas ni fáciles, pero son acciones que deberán tomarse para evitar una crisis mucho mayor.

@GalateaSwanson