Monumento a la Madre
El pasado miércoles se generó una movilización ciudadana para detener la reubicación del Monumento a la Madre, ubicado a un costado del antes teatro “Álvaro Carrillo” (hoy Centro Cultural “Álvaro Carrillo”, mismo que se mantiene en pugna y sin terminar).
La molestia surgió a partir de que las y los vecinos señalaron que el parque es la única área verde que cuentan para la recreación y que retirar el monumento podría significar el primer paso para la eliminación del espacio, el cual ya no contaba tampoco con el adoquín hexagonal que marcaba los andadores del área, pues habían sido retirados como parte de los trabajos de remodelación.
Incluso, se rumoró, que el plan para el espacio era transformarlo en estacionamiento y únicamente salvaguardar la efigie del monumento a la madre reubicándolo al parque Primavera Oaxaqueña.
Además de la molestia de los vecinos, se generó un caos vial por la movilización de la población para manifestarse en contra de intervención al monumento que duró por varias horas.
Llegó un funcionario gubernamental para tratar de informar a las y los manifestantes que el monumento no iba a ser eliminado, sino que únicamente el monumento, para su mejor resguardo, se trasladaría al nuevo parque y que se colocarían nuevas luminarias en lo que antes se conocía como Monumento a la Madre.
El problema es que el funcionario poco ayudó de inicio con la escasa información que proporcionó a las y los vecinos y en lugar de causar tranquilidad, generó mayores inquietudes.
Al final, la Secretaría de las Infraestructuras y Comunicaciones salió ya tarde comunicando que el espacio sería rescatado tras su notorio abandono y mal estado, renovando la infraestructura y dando mantenimiento a vegetación y arbolado.
Finalmente, calma.
Y todo ello porque aún falta mucho que trabajar desde la trinchera gubernamental para socializar proyectos.
Parecería que el plan es bueno, que la intención es la adecuada, que la inversión será para mejorar las condiciones de espacios públicos. Pero, sin la comunicación adecuada, todo se puede venir abajo.
Sin un consenso con la población, no solamente se pueden generar las movilizaciones del pasado miércoles, sino que también sin tomar en cuenta a las y los usuarios de los espacios también los proyectos suelen quedarse cortos, ser inadecuados y rechazados. Inversión pública mal aplicada.
Un adecuado plan de comunicación es adecuado para estas pequeñas intervenciones que, aunque parezcan inocuas, son de gran trascendencia para la población circundante.
Será para la próxima, esperemos.
@GalateaSwanson