El Llano es un parque con un perímetro de 600 metros, que se localiza en la parte norte de la ciudad de Oaxaca, México; en él se celebran, durante la cuaresma, los Viernes del Llano.
El inicio de la historia de El Llano se remonta al año de 1638 en que fue electo Obispo de Antequera Dn. Bartolomé de la Cerda Benavente y Benavides quien edificó, a sus expensas, el convento de Belén, el templo de Guadalupe y el Llano.
Lo que es actualmente el Paseo Juárez, sin duda el más bello y concurrido de la ciudad de Oaxaca, no eran más que unos solares que formaban una extensa planicie de pasto y maleza, sin árboles —un llano—, por donde se desbordaba, en ocasiones, el río de Jalatlaco y que por localizarse al sur del templo de Guadalupe se le conocía como El Llano de Guadalupe.
El 21 de julio de 1732 los betlemitas venden El Llano al municipio de Antequera Oaxaca.
En 1812 era un campo de entrenamiento del ejército virreinal y cuando el General José María Morelos y Pavón tomó la plaza, lo destinó al entrenamiento de sus tropas; para celebrar este triunfo el Generalísimo concurrió a una función solemne con motivo de la fiesta de Guadalupe, y, para dejar testimonio de su presencia y como regalo al pueblo de Oaxaca inició la construcción del jardín en el que mandó sembrar algunos árboles y colocar en el centro una gran fuente.
La construcción se prosiguió poco tiempo después de concluida la Independencia, quedando abandonados los trabajos durante más de doce años; a principios de octubre de 1843, quedó, por fin, concluida la Alameda del Llano de Guadalupe; la fuente que mandó construir Morelos fue respetada por este proyecto de reconstrucción.
En 1848, al empezar a pasar por allí la cañería de agua proveniente de Huayapan conducida a la ciudad, el Ayuntamiento ajardinó la parte norte.
El 28 de junio de 1866, por acuerdo de Cabildo, se empiezan a plantar árboles.
El Paseo de Guadalupe también fue reformado en 1869. Pero fue en el año de 1870 cuando se inició el desarrollo de un jardín en gran forma realizándose en fracciones. En esta fecha y bajo la administración del licenciado Miguel Castro, el Jefe Político del Centro, encabezó a un grupo de personas para patrocinar la formación del parque, grupo que construyó la cuarta parte del Jardín en su lado sur.
El 12 de enero de 1875, Rafaela Varela de Díaz, solicita al municipio de Oaxaca la devolución de la cantera de la fuente (que, según esta prueba documental, supuestamente había construido el Generalísimo Morelos), por ser de su propiedad. En su respuesta el municipio no le dice que no, le pide que demuestre la propiedad de la misma.
El 27 de abril de 1875 en sesión de Cabildo, se autorizó el pago de ocho pesos al jardinero y se aprobó el empedrado de la calle; en I878, el gobernador, general Francisco Meixueiro le dio mantenimiento al flanco norte.
En 1885, alguien trajo de Veracruz un globo aerostático que se elevaba, se supone sin tripulantes, en El Llano, en medio de gran expectación.
En los primeros años de 1900, en las fiestas nacionales, generalmente era indispensable la ascensión en globo por don Sabino Escarreola, tipo alto, delgado y resuelto. Escarreola sujetaba su globo, para inflarlo, de dos enormes estacas. Todo el pueblo se trasladaba a este lugar, precisamente llamado “El Llano,” porque no existían los árboles, que hoy nos cobijan. Era un verdadero llano con una gran fuente donde hoy está la estatua del Benemérito, Escarreola subía al espacio en medio de la expectación del público, y cuando ya estaba a regular altura comenzaba por soltar a un perro con paracaídas y después se soltaba él con paracaídas también, haciendo, mientras venía a tierra, algunas suertes. Iba a caer por Tepeaca o por el Panteón y siempre lo traían victorioso en hombros. Esta diversión la vimos todavía hace veinte años con el circo Esqueda, cuando en el Mesón del Pobre instalaba sus viejas carpas.
En 1885, para mejorar el aspecto del Jardín, el Jefe Político del Centro mandó plantar treinta fresnos. En 1886, durante el gobierno del General Luis Mier y Terán se dio por terminada la obra que fue dirigida por los señores Amado Banuet y Luis Pérez Castro y su nombre cambió al de Alameda de Nezahualcóyotl.
También en el año de 1889 se hicieron composturas y embellecimiento al paseo.
En 1890 se autoriza el pago de cincuenta pesos mensuales al floricultor Guillermo Borgman para hacer de El Llano, un jardín. En este mismo año se instala una bomba de agua y se contrata un caballo colorado, no se especifica para qué, asignando dos pesos con veinticinco centavos para su alimentación.